Avila
Ávila arropa a su patrona, Santa Teresa, con emoción e ilusión
García Burillo llama a seguir el camino de esperanza de la Santa en una fiesta radiante
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El obispo emérito de Ávila aseguró que “la sociedad necesita interioridad, penetrar en su alma las realidades de la vida, las más sencillas, como la amistad, la familia y el trabajo, o las más complejas, como la economía, la política, la invasión de Ucrania o los poderes que mueven el mundo”, y ese “será el camino que nos lleve a procurar un mundo penetrado por el Evangelio”.
Así, dijo que “Teresa puede darnos a nosotros, tantas veces solos o angustiados, lo que más necesitamos, el calor y la fuerza de una esperanza renovada”, así como ayudarnos a “no echarnos para atrás en las dificultades y a poner de manifiesto lo que realmente importa, el crecimiento en las virtudes que tienen relación con los demás”. “Teresa enciende en nosotros la esperanza indicándonos el camino a recorrer”, concluyó.
No faltaron a la cita las autoridades religiosas, civiles, militares, policiales y académicas, entre ellas el alcalde de la ciudad, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, y el resto de la Corporación Municipal; el presidente de la Diputación, Carlos García; el delegado de la Junta, José Francisco Hernández Herrero; el subdelegado del Gobierno, Fernando Galeano, así como procuradores en Cortes, diputados nacionales, diputados provinciales o senadores. También asistió en primera fila la ministra de Defensa, Margarita Robles.
Tras la misa, Ávila se echó a la calle para acompañar a la patrona. El sol y la buena temperatura también se sumaron a una procesión que, salvo por algunas mascarillas, dejó imágenes de la época prepandemia, con miles de personas haciendo pasillo en el centro de Ávila, móvil en mano, para inmortalizar el paso de la comitiva.
Minutos después del mediodía la imagen de la Santa esculpida por Gregorio Fernández fue recibida al son del himno nacional, entonado por la Banda de Música de Ávila, y entre aplausos y el sonido de campanas y cohetes. La talla estuvo arropada, además de por el entusiasta público, por las cofradías y hermandades de Ávila, los gigantones y cabezudos abulenses, la Banda de Dulzainas de Ávila, la banda de El Amarrado, las autoridades y la banda del Cuerpo de Intendencia, así como por la Virgen de la Caridad, su fiel compañera.