“Con cabeza sí, de cabeza no”: Un mal zambullido puede costarte una lesión medular

En verano pasamos mucho tiempo en piscinas, playas, ríos, pantanos o zonas de baño naturales y una estampa habitual es ver a pequeños y no tan pequeños lanzarse al agua. Zambullirse de cabeza con los amigos y la familia puede ser una diversión, pero con precaución y responsabilidad. Porque a lo bruto puede terminar en desgracia sino somos los suficientemente responsables. “Con cabeza sí, de cabeza no” es el título de la campaña puesta en marcha este verano por Aspaym y otras organizaciones para concienciar de los riesgos de esas zambullidas que pueden terminar en una lesión medular sin retorno.

Ángel de Propios, presidente de Aspaym Ávila y Castilla y León, ha explicado en COPE que en los últimos años se han incrementado el número de lesiones medulares por estas malas zambullidas, sobre todo en personas de entre 14 y 44 años. Pueden suceder en cualquier zona de baño, pero sobre todo en ríos y acantilados.

Es por eso que desde Aspaym han realizado un llamamiento a la prudencia de los bañistas con recomendaciones como mirar siempre la profundidad de la zona donde nos vamos a tirar de cabeza y llevar siempre por delante las manos.

En el caso de las zonas costeras hay que vigilar mucho las mareas que pueden hacer variar la profundidad.

Cuidado también en piscinas y otras zonas de baño con “las gracias” para salpicar al del lado, una mala caída puede tener consecuencias muy graves.

Entrar en el agua con los pies primero para evaluar la profundidad, la presencia de un adulto supervisando a niños y adolescentes, evitar el alcohol o la existencia de una señalizacion clara en las zonas de agua para zambullirse, así como educar a los más pequeños y jóvenes sobre los riesgos son otras de las pautas a seguir.

Pero ¿Qué hacer en caso de accidente? Lo primero que señala Ángel de Propios es que tenemos que sacar al accidentado del agua para evitar el ahogamiento, pero a partir de aquí no hay que moverle más y llamar inmediatamente a los servicios de urgencias.

Otro consejo, que no siempre es fácil de llevar a cabo, es mantener la calma y asegurar al lesionado hasta que llegue la asistencia profesional.