Un hombre agrede a un perro policía durante la fiesta del 'Curpillos' en Burgos

La celebración del Curpillos se vio empañada el pasado viernes por diversos incidentes que culminaron con la detención de tres personas por falsedad documental y malos tratos, además de la apertura de diligencias a un cuarto individuo por agredir a un perro detector de drogas.

Los hechos se desencadenaron alrededor de las 12.30 horas en el paseo de La Quinta, donde la Policía Local realizaba un control preventivo y de seguridad. Durante esta intervención, los agentes localizaron a dos hombres que portaban material destinado a la venta ambulante sin la correspondiente autorización. Pese a ser advertidos de que su actividad era una infracción administrativa, una hora más tarde fueron sorprendidos nuevamente vendiendo productos. Al intentar huir, uno de ellos amenazó a los agentes con una piedra, y tras ser detenido, se comprobó que su identificación era falsa. Por ello, se le imputan delitos de atentado a agente de la autoridad y falsedad documental.

La segunda detención se produjo a las 21.00 horas, cuando una llamada al Servicio de Emergencias 112 alertó sobre una agresión en la calle Vitoria. Los agentes acudieron al lugar y encontraron a una pareja en plena discusión. La mujer, de 47 años, había agredido a su pareja, causándole heridas en el rostro, cuello y torso. Varios testigos corroboraron la versión del hombre, lo que llevó a la detención de la mujer por malos tratos. El hombre fue trasladado al Hospital Universitario de Burgos para recibir atención médica.

Finalmente, otro individuo fue instruido con diligencias por atentado a agente de la autoridad tras agredir a un perro detector de drogas de la Unidad Canina.

La agresión a un perro policía es un delito que castiga la ley

En España, agredir a un perro policía está contemplado como un delito en virtud de la Ley Orgánica 4/2015, de Protección de la Seguridad Ciudadana. Esta legislación establece que cualquier agresión, ya sea física o verbal, dirigida hacia un perro policía en el cumplimiento de sus funciones constituye un delito contra la autoridad.

Además, la Ley Orgánica 1/1992, sobre Protección de la Seguridad Ciudadana, también incluye disposiciones que protegen a los perros policía y otros animales entrenados para colaborar con las fuerzas de seguridad. Esta normativa establece sanciones y penas para quienes atenten contra la integridad física o la vida de estos animales mientras desempeñan su labor.

En España existe una normativa específica que protege a los perros policía y castiga las agresiones hacia ellos durante el ejercicio de sus funciones.