La aplaudida iniciativa de un pueblo de Burgos para evitar el cierre de su colegio público

A solo 20 minutos de Burgos capital se encuentra el Valle de Santibáñez. Es un punto de la provincia en el que reina la tranquilidad y que cuenta con un bello patrimonio. Este municipio, que engloba varias localidades y cuenta con 578 habitantes censados, destaca por mantener servicios esenciales como una farmacia, un cajero automático, una panadería y un bar. Sin embargo, uno de los pilares de la zona, el colegio público, está en riesgo de desaparecer debido al descenso de alumnado.

El CEIP Virgen de las Eras, situado en Santibáñez Zarzaguda, es el único centro educativo que queda en el municipio desde el cierre, en 2007, del colegio privado del Sagrado Corazón de Jesús. Actualmente, el colegio acoge a solo 10 niños provenientes de Montorio, Huérmeces y otras localidades del Valle que han tenido que unificar por lo que están todos juntos en una clase. Sin embargo, el próximo curso la cifra podría reducirse a seis, lo que pone al colegio al borde de no cumplir el ratio mínimo exigido para seguir funcionando.

Llevan tiempo pensando cómo revertir la deriva de esta situación. "El colegio es un servicio fundamental para el pueblo. Si desaparece, muchas parejas jóvenes que ahora traen a sus hijos aquí podrían plantearse irse a la capital o a pueblos más grandes", explica María Amor Andrade, alcaldesa del Ayuntamiento del Valle de Santibáñez. El posible cierre del centro no solo afectaría a la educación de los alumnos, sino al tejido social y económico del municipio, donde el futuro de la población está en entredicho.

La alcaldesa del Valle de Santibáñez presume de las bondades de este centro que podría ser un atractivo para aquellas familias que apuesten por vivir en un entorno rural. "Tienen comedor gratis, por lo que pueden volver a sus casas ya comidos y con seguridad. Eso es muy importante para las familias", insiste María.

Un plan para atraer familias

Conscientes de la importancia del colegio, desde el Ayuntamiento han decidido tomar medidas para revertir la situación. El año pasado adquirieron dos viviendas, una de ellas, la antigua casa parroquial, con el objetivo de rehabilitarlas y ofrecerlas en alquiler social a familias con hijos en edad escolar.

María detalla que estas viviendas serán acondicionadas mediante el programa 'Rehabitare' de la Junta de Castilla y León. "La primera ya está lista para presentar el proyecto, y en la otra vamos a hacer un proyecto de demolición del tejado y prepararlo para pedir después su rehabilitación", afirma. Además, una de las viviendas cuenta con siete habitaciones, lo que la hace ideal para familias numerosas.

Una fecha marcada en rojo en el calendario

Conseguir este objetivo antes de septiembre de 2026 es crucial para el futuro del colegio público del Valle de Santibáñez. Según la normativa vigente, los centros educativos deben cumplir con un mínimo de alumnos para poder mantenerse abiertos. En este caso, si el número de estudiantes desciende a menos de cuatro, el colegio se verá obligado a cerrar. Con las previsiones actuales, que indican que el próximo curso solo quedarán seis niños y que algunos de ellos podrían finalizar sus estudios en los años siguientes, este plazo se convierte en el límite temporal para garantizar la supervivencia del centro.

Este horizonte marca el calendario del Ayuntamiento, que trabaja contrarreloj para atraer nuevas familias con hijos al municipio. La rehabilitación de las viviendas adquiridas es una de las estrategias clave para lograrlo, pero el tiempo apremia. La administración local tiene claro que cada curso que pasa sin incrementar el número de niños supone un paso más hacia el cierre definitivo del colegio.

Patrimonio, naturaleza y calidad de vida

Para la alcaldesa del Valle de Santibáñez, hay motivos más que de sobra para quedarse en este pueblo. No solo ofrece servicios básicos; también destaca por su riqueza cultural y natural. En sus pueblos se encuentran cuatro Bienes de Interés Cultural y numerosas muestras de arquitectura románica. Además, la cercanía a Burgos facilita el acceso a actividades y recursos propios de la ciudad. "Invitamos a las familias a conocer el Valle. Tenemos patrimonio, naturaleza y tranquilidad, además de casas disponibles para quienes quieran venir", añade María.

El cierre del colegio sería un duro golpe para el municipio, pero el Ayuntamiento no se rinde. "Sabemos que es un reto, pero estamos decididos a salvar el colegio y mantener nuestro pueblo vivo", concluye la alcaldesa de este municipio que no baja los brazos en la lucha contra la despoblación.