Se recuperan las "voces blancas" en la Catedral de Salamanca

Seguro que recuerdas la película de Los Chicos del Coro, de Christhope Barratier. Esas pequeñas voces blancas y su eterno profesor Clement Mathieu enseñándoles conceptos musicales pero también situaciones y valores de la vida.

Cierto es que la música funciona, en muchas ocasiones como terapia, pero en edades más jóvenes es una primera forma de acercarse a la música pero además de forjar el carácter y hacer amigos.

En Salamanca, cuna del saber universitario, existen multitud de coros que en estos primeros días de septiembre tratan de encontrar nuevas voces. Pero ahora a estos coros ya existentes y con gran recorrido se va a sumar otro, el Coro de Niños de la Catedral de Salamanca.

No se nos escapa que la Catedral de Salamanca cuenta con un patrimonio de archivo y musical riquísimo. Además los maestros de capilla fueron parte importante de ese patrimonio durante siglos y actualmente se conservan y están a pleno rendimiento sus dos órganos.

el devenir de los tiempos termina con los niños cantores a mediados del siglo xx

Desde hacía siglos y hasta los años 60 del siglo XX, cuenta a COPE Salamanca el organista de la Catedral Alberto Moñivas, existió una escuela de coro de niños de la Catedral. Estaba ubicada en el edificio donde actualmente reside el obispo de Salamanca. Esa era la vivienda destinada a estos pequeños donde se les formaba con clases de canto. Después, participaban en las celebraciones más solemnes del templo catedralicio, vestidos con el roquete blanco de manga corta y un bonete rojo en la cabeza.

Con el devenir de los tiempos fue desapareciendo esta escuela. Ya no se estilaba este tipo de formación y faltaba dinero para la Escuela.

Coro de niñ@s del siglo XXI para la Catedral 

La intención del equipo responsable de la música en la Catedral es recuperar ese Coro de Niños, explica Alberto. Es una “oportunidad única formarse con especialistas en la materia de música catedralicia y además es una muy buena manera de que los más pequeños se acerquen a su patrimonio y vivan una experiencia musical y de amistad enriquecedora”.

Insisten en que no es necesario tener conocimientos musicales previos “solo muchas ganas de cantar, aprender y divertirse”.

De momento hay ya una veintena de niños y niñas interesadas con edades comprendidas entre los 10 y 12 años.

Comenzarán con su formación musical, en un entorno inigualable. Tendrán un tiempo de rodaje y quizás podamos escucha sus voces en Navidad o Semana Santa en el marco incomparable de la Catedral de Salamanca.