Los aficionados a la micología invocan a la lluvia para disfrutar una buena campaña de setas

La provincia de Salamanca cuenta con dos zonas reguladas para recolectar setas, que suman un total de 57.000 hectáreas y abarcan hasta 44 municipios. Una de ellas está en el parque micológico Sierras de Francia, Béjar, Quilamas y El Rebollar y la otra es el acotado Ribera del Cañedo.

Los expertos indican que la lluvia caída hasta la fecha es aún insuficiente para favorecer las necesarias condiciones de humedad, que permiten a los hongos romper la tierra y brotar con fuerza en el campo. Setas de cardo, huevos de rey, boletus, senderuelas, parasoles, champiñones o incluso níscalos en las zonas de pinar; son algunos de los hongos más habituales en nuestra provincia.

La afición setera, con frecuencia se hereda. Se practica en familia y pasa de padres a hijos y a su vez, se inculca a los nietos. A sus 83 años, Jerónima Iglesias, sigue recogiendo setas como lo hacía en su infancia. Oriunda de Madroñal, un pequeño municipio enclavado en la Sierra de Francia, comparte incluso alguna receta ante los micrófonos de COPE Salamanca.

Asegura que cuando era joven no se conocía el valor gastronómico de muchas setas y hongos. Ahora ve pasar delante de su puerta a multitud de turistas, dispuestos a recoger unos hongos "de los que cada vez quedan menos".

No se pueden recolectar todas las setas. Algunas son mortales y es preciso conocerlas. La Asociación Micológica Lazarillo organiza cada lunes a partir de las 8 de la tarde, en el centro Municipal Integrado Trujillo, reuniones y conferencias para aprender a identificarlas.

El público en general puede llevar las setas recogidas el fin de semana y conocer si son aptas para consumo humano. Alma Labajo, portavoz de la Asociación, nos cuenta que se organizan rutas recolectoras de setas, así como charlas y conferencias en los colegios, para que los niños aprendan a recolectarlas y preservar su hábitat.

Labajo insiste en la importancia de salir siempre al campo con una cesta y una navaja para recoger las setas. Estas no se arrancan, siempre se deben cortar y luego transportar en dicha cesta, para que las esporas caigan y siembren los hongos que recogeremos el año próximo. Ante todo, nunca deberíamos comer un hongo si no estamos al cien por cien seguros de conocerlo. En todo caso, podemos aclarar posibles dudas visitando la web de la  Sociedad Micológica Salmantina "Lazarillo": www.micolazarillo.es 

Si llueve en próximos días, a finales de octubre y durante los meses de noviembre y diciembre, la campaña micológica en Salamanca estará a pleno rendimiento. Los hongos silvestres comestibles alcanzarán un alto valor en el mercado y los pueblos de Salamanca esperan también atraer multitud de viajeros dispuestos a potenciar la economía local, en torno al turismo micológico.