La vida en un pueblo de Salamanca de 100 vecinos sin comercio local: "Nos ayudamos unos a otros"

Muchos establecimientos en Salamanca siguen cerrando sus puertas: en unos casos porque sus dueños se jubilan y no encuentran a quién traspasar el negocio, algo que le ha pasado hace muy poco tiempo a una mercería del centro de Salamanca, o bien porque las cuentas no salen.

En la última década los locales comerciales vacíos en la capital se han incrementado. Hay calles determinadas "donde es una pena pasar". Por ejemplo en el Paseo de canalejas en 2012 se registraban 17 locales vacíos , cifra que en 2023 ha subido a un total de 37, en Gran Vía de 16 han pasado a 26, en la Rúa Mayor de 2 a 10, en el Paseo Carmelitas de 11 a 21 y en la Avenida de Portugal de 34 a 45.

Sin comercio local en Cordovilla

Emprender conlleva sus riesgos en la capital y mucho más en el medio rural. Muchos son los pueblos con menos de un centenar de habitantes donde o afortunadamente hay un comercio de proximidad o ninguno. Es lo que ocurre en Cordovilla. Sus más 100 vecinos hacen la compra gracias a los vendedores que acuden con sus furgonetas a la localidad: traen pescado, fruta, el pan, productos de supermercado. En muchas ocasiones, cuenta a COPE Salamanca la alcaldesa Manoli Noreña, los vecinos que pueden acercarse al pueblo de al lado y cogen los recados de algunos vecinos del pueblo.*

La última tienda en este municipio cerró hace 10 años porque no era rentable. Con el bar pasa lo mismo. Es del Ayuntamiento pero nadie quiere gestionarlo. Ahora lo utilizan todos cuando lo necesitan. Los que van a jugar la partida por las tardes se encargan de abrir y cerrar. Echan mucho de menos el vermut y el pincho de los domingos cuando, hace ya unos años, acudían al bar después de oír misa.