Cáritas Segovia sube a la pasarela las prendas de su tienda Moda Re-
La organización ligada a la Iglesia recopila anualmente unas veinte toneladas de residuo textil a través de los contenedores repartidos por todo el territorio de la diócesis
Segovia - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Unas treinta personas. De diferentes edades, de diferentes sectores de la sociedad segoviana. Unos muy conocidos, otros más anónimos. Todos ellos van a protagonizar el desfile de Moda Re-, que a partir de las siete de esta tarde se va a desarrollar en el Palacio Episcopal. Y, ¿qué es Moda Re-? La iniciativa del programa de Economía Social de Cáritas Española, con varias derivadas.
Una es la tienda de segunda mano que mantiene Tejiendo Empleo, la cooperativa puesta en marcha por Cáritas. Un proyecto que no es aislado, que la organización ligada a la Iglesia extiende por todo el territorio, con un espíritu social, para ofrecer prendas en un establecimiento al que puede acceder cualquiera, con garantías de dignidad, en un concepto distinto al tradicional ropero. Y que también genera empleo.
Y ejemplos de la ropa que se puede encontrar en esa tienda es lo que se va a poder ver en el desfile de este miércoles. Ese punto de venta es la culminación de todo un proceso, que comienza con el gesto solidario de depositar ropa en los contenedores que Cáritas tiene diseminados en numerosos puntos. Esos grandes contenedores rojos, que seguro que has visto en tu pueblo o cerca de tu parroquia.
Proceso completo
Pero, ¿qué sucede a partir de ese momento, a partir de que introduces una bolsa en ese contenedor? Cáritas tiene perfectamente diseñado un proceso que garantiza la utilidad de todo el residuo textil, independientemente de su estado. En Segovia, se va acopiando ese material, hasta completar un saco de unos 300 kilos. Cuando hay sacos suficientes para cargar un tráiler, se remite a la planta de selección ubicada en Tarragona. Carmen Martín es la gerente de Tejiendo Empleo y ha explicado que, allí, lo seleccionado como válido se higieniza y se deja en condiciones para poder volver a ser usado.
Pero como decíamos, nada se pierde. Lo que no puede destinarse a ese segundo uso tiene tres posibles destinos. Dependiendo de su estado y del porcentaje de fibra textil, se recupera como tejido nuevamente. O bien se recicla, como en el caso de bayetas o fregonas, por ejemplo. Y, si no, se incinera, en un proceso que sirve para generar energía eléctrica. Por tanto, el compromiso medioambiental está garantizado, reduciendo además la huella de carbono, entre otros aspectos. Una filosofía que ha ido calando desde que en 2020, Cáritas Segovia iniciase esta recogida. La respuesta va en aumento.