Castilla y León asume que la vuelta a las aulas antes de final de curso "no parece factible”

“No somos partidarios de una vuelta a las aulas que, sin contar con las condiciones adecuadas, pudiera poner en peligro la salud de la comunidad educativa”. De esta manera, la consejera de Educación de la Junta de Castilla y León, Rocío Lucas, expresaba su postura ante la vuelta a una docencia presencial que, de mantenerse la situación sanitaria actual, “no parece factible”, ya que, dicha vuelta a las aulas, “deberá hacerse siempre y cuando sea posible garantizar la seguridad de alumnos y docentes”.

La Junta apuesta en todo momento por “la finalización del curso escolar, para no darlo por perdido y continuar avanzando en competencias clave”, algo prioritario para, lo que ha calificado, “un sistema serio y exigente” como el de Castilla y León, con la premisa clara para el tercer trimestre de que “lo realizado podrá sumar, beneficiar al alumno, pero nunca perjudicarle”. Así lo ha señalado durante su comparecencia esta mañana en las Cortes de Castilla y León donde ha informado de las actuaciones llevadas a cabo en materia educativa en relación con el COVID-19.

EBAU

La Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) ha sido otro de los ejes principales a tratar. Lucas, tal y como avanzó en una entrevista concedida a COPE, ha anunciado que se modifica el tipo de prueba para este año, con el fin de que sea “un sistema flexible y adaptado a las circunstancias para que los alumnos no salgan perjudicados”. Una EBAU que se celebrará del 1 al 3 de julio y del 10 al 12 de septiembre, en su convocatoria extraordinaria.

“Aunque los exámenes sean similares a los de convocatorias precedentes, se aumenta de forma notable la optatividad. De esta manera se garantiza que el alumno pueda escoger los contenidos adquiridos antes de la pandemia”, ha explicado Rocío Lucas antes de ejemplificar como será la prueba obligatoria de lengua, en la que, en vez de 1 tema a desarrollar, el alumno podrá elegir entre 3 temas.

Enseñanza digital

Una actividad docente presencial que lleva suspendida en toda Castilla y León desde el 13 de marzo y en la que se ha optado por una enseñanza digital, siguiendo los dos objetivos fundamentales que rigen las decisiones acometidas por la Consejería: “garantizar la seguridad de la comunidad educativa y velar por el derecho a la educación”, como ha expresado Lucas.

En total, más de 770 aulas virtuales funcionan en estos momentos para dar servicio a cerca de 300.000 usuarios, entre alumnos y profesores, apoyados, también, por el portal de educación que vio triplicar sus visitas semanales en tan solo un día lectivo hasta llegar a los 9 millones al inicio de la pandemia. En cuanto a la brecha digital, la premisa principal, como ha indicado la consejera, ha sido “no dejar a nadie atrás”, por ello se han repartido más de 8200 tarjetas SIM para “hacer efectivo y garantizar el acceso a internet de todos los alumnos que lo necesitaran. En total, cerca de 9.900 los alumnos las han recibido, lo que representa un 3,5% del total”.

Universidad

En cuanto a la enseñanza universitaria, la consejera ha abogado por la “equidad” entre alumnos, y ha anunciado que, “con independencia de la situación económica en la que se encontrasen los alumnos en 2019, en Castilla y León se van a plantear becas públicas para aquellos que se hayan visto afectados” por la crisis. Mención especial para el tejido investigador de la comunidad, calificado por Rocío Lucas como “clave”, y para el que se darán ayudas por valor de 2,4 millones de euros y en el que se prorrogarán todos los contratos, cerca de 170, previsiblemente hasta finalizar el Estado de Alarma.