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Descubrió que tenía autismo, tras el diagnóstico de su hijo: "Una radiografía de mi adolescencia"
Un vallisoletano de 46 años ha contado en Herrera en COPE cómo es su vida tras detectarle TEA por sorpresa

Descubrió que tenía autismo, tras el diagnóstico de su hijo: "Una radiografía de mi adolescencia"
Valladolid - Publicado el - Actualizado
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Problemas para comunicarse o comportamientos repetitivos son algunos de los rasgos que tienen las personas diagnosticadas con autismo, pero hay más como sentir agobio cuando van a comprar a un centro comercial donde hay luces, sonidos y mucha gente se les hace complicado mantener una conversación. Así nos lo ha descrito en Herrera en COPE lo que vive un hombre de 46 años de Valladolid diagnosticado hace poco de autismo. No ha dado su nombre para permanecer en el anonimato pero sí contar su caso para visibilizar este trastorno y poder ayudar a más personas.
Nos relata que cuando va a grandes superficies e intenta hablar con su mujer “es muy complicado” porque escucha todo a su alrededor. “Es un símil en mi caso como si un montón de personas trataran de hablarte a la vez”.
Su diagnostico llegó por sorpresa cuando un psicólogo le estaba explicando a su hijo que tenía autismo y lo que le ocurría. Fue en ese momento cuando él se vio reflejado y le empezaron las dudas. “Es como si me hubieran hecho una radiografía de mi adolescencia. Es cierto que siempre nos han dicho todo el mundo que mi hijo y yo somos clavados, no solo en aspecto físico sino en muchos comportamientos. Es cierto que nunca me he sentido identificado o incluido dentro de algún grupo social ni desde pequeño siempre he tenido la percepción de que el resto de los niños que me rodeaban se comportaban como niños”, argumenta.
Meses después, le confirmaron el pronóstico. Cree que su hijo lo tendrá más fácil porque ya está recibiendo las herramientas necesarias para gestionarlo. Un diagnostico precoz es fundamental y también un buen profesional, que te escuche porque como nos ha explicado en Herrera en COPE, les cuesta pedir ayuda.
“Soy consciente ahora mismo que mi hijo lo va a tener mucho más fácil porque de hecho él ya está acudiendo a talleres que que le ayudan a tener una manera de sociabilizar más. Le dan herramientas que le permiten gestionar esa comunicación de una manera más más fluida, que no le genera ansiedad “, explica.
Como en todos los casos, un diagnóstico precoz, es fundamental, porque en muchos casos se dilata por lo que cuesta solicitar ayuda.
“Para un autista dar el paso de ir a un profesional para ver si realmente es autista o no es un paso muy complicado. Si tienes la suerte de que te reciba una persona con la formación adecuada y que realmente se interese en ver si eres autista o no, porque luego a lo mejor realmente no lo eres pero que no te descarten directamente”, explica en COPE.
CADA VEZ MÁS CASOS

Carmen Calvo es madre de Alejandro, un joven con autismo, y es además presidenta de la Federación en Castilla y León
Crece el número de personas diagnosticadas con autismo. Una de cada cien tiene TEA. Carmen Calvo es madre de Alejandro, un joven con autismo, y es además presidenta de la Federación en Castilla y León desde hace un año. Lleva las riendas de una entidad que aúna diez asociaciones en la Comunidad y tiene muchos objetivos por delante para seguir obteniendo logros en visibilidad, recursos y apoyos para las personas con TEA. Tiene más de 25 años de experiencia en el movimiento asociativo desde Ariadna Salamanca, asociación de la que también es presidenta. Carmen reconoce avances, a la hora de, por ejemplo realizar diagnósticos, o darle mayor visibilidad, si bien, deja claro también que en torno al autismo hay todavía mucho estereotipo.
“Creo que se empieza a hablar muchísimo de autismo pero también es verdad que hablamos del autismo con muchos clichés y hay que hacer mucha más campaña para conocer realmente lo que lo que significa tener autismo”, apunta en Herrera en COPE Valladolid.
La peor soledad, la ignorancia
Habla Carmen de la importancia de terminar con los mitos que acompañan al autismo. Y sobre todo de crear conciencia desde la infancia. Sensibilizar a los adultos, pero también a niños. Poner más atención en los apoyos que fomenten y ayuden a la integración.
Te pongo el ejemplo de un niño con autismo que cursa educación ordinaria. El peor momento, es el recreo. Ser invisible, la soledad de quien no es capaz de relacionarse con sus iguales que le acaba apartando del grupo. Ahí es donde, insiste Carmen, hay que poner el foco. “No hay peor soledad que la de la ignorancia. El niño que no es nunca invitado a un cumpleaños que nadie quiere jugar con él, que está solito en el patio, absolutamente desamparado. Eso al final pasa factura. Esa soledad los propios adultos la describen como espantosa en la infancia”, lamenta.
Federación Autismo Castilla y León está en todas las provincias con 10 entidades, 24 delegaciones y 47 centros que prestan atención a casi 1.800 personas con TEA y apoyo a más de 5.000 personas de la red familiar. Hay además cinco centros de Educación Especial en Ávila, Burgos, León, Salamanca y Valladolid. Y hay seis centros de día con cerca de 100 personas atendidas, además de 8 residencias y viviendas que les permiten ser más independientes.