Colau niega una estatua a Copito de Nieve por ser "el resultado del colonialismo en Guinea"
Oriol Sabater, hijo del profesor que trasladó al gorila albino a Barcelona, denuncia que el argumento es surrealista
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El Ayuntamiento de Barcelona veta una estatua a la figura de Copito de Nieve, por considerar "que en el fondo es el resultado del colonialismo en Guinea Ecuatorial".
El Consejo Asesor de Arte Público ofreció esta respuesta de rechazo a la propuesta realizada en la plataforma Change.org, y que recibió 37.000 firmas, en la que se podía leer "Tenemos muchas calles y estatuas de generales, guerras, políticos.....¿Y por qué no una de Copito de Nieve, el gorila albino que nos emocionó?.
El cariz ideológico y revisionista de la respuesta ha indignado a Oriol Sabater, hijo de Jordi Sabater, quien llevo al gorila al zoo de Barcelona en 1966 después de comprarlo por 15.000 pesetas, al cambio actual 90 euros, "nací en Guinea, viví 16 años y mezclar el Copito de Nieve con el colonialismo es esperpéntico", clama Sabater.
La historia de Copito de Nieve y Barcelona
Copito de Nieva fue capturado en la región de Río Muni en Guinea Ecuatorial el 1 de octubre de 1966, con la característica de ser un gorila albino, único en el mundo que lo llevo a ser un icono mundial. Semanas después, el profesor Jordi Sabater, entonces conservador del Centro de Experimentación Zoológica de Ikunde del Ayuntamiento de Barcelona, lo compró y lo transportó a Barcelona.
En 1967, Copito de Nieve protagonizó la portada de la revista National Geographic en 1967, lo que le dio fama mundial, convirtiéndose en un símbolo del zoológico de Barcelona y de la propia ciudad.
Durante 4 décadas su figura fue un icono no solo del zoo, sino de la propia ciudad. Su imagen se mezclaba con otras imágenes de Barcelona y su visita, al zoo en el Parc de la Ciutadella era un atractivo turístico más de Barcelona. Falleció en 2003, y desde entonces Oriol Sabater denuncia el silencio y la falta de divulgación pública de su figura, "ningún equipo municipal del Ayuntamiento de Barcelona ha hecho absolutamente nada para homenajear al animal. No hay placas, ni nombre de una calle, ni una estatua. Lo que pasa es que ahora hay una persecución especial más sangrante contra este animal".
Sabater lamenta que el olvido se irá imponiendo, ante la falta de recuerdo y promoción de lo que significó para Barcelona la figura del Copito de Nieve. El hijo del profesor deplora los argumentos del Consejo Asesor de Arte Público de Colau y que el revisionismo histórico subjetivo sea utilizado para rechazar la propuesta de una estatua pública como homenaje a Copito de Nieve.