"No les falta un plato de comida para cenar": ¿Quiénes son los violentos que queman Barcelona?
Una anarquista italiana de 35 años acusada de intento de homicidio por arrojar aguarrás a la furgoneta policial incendiada
Barcelona - Publicado el - Actualizado
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El encarcelamiento hace 2 semanas del rapero ilerdense Pablo Hasél, por enaltecimiento del terrorismo, ha generado una oleada de disturbios que persisten. Hoy el juez ha decidido el ingreso a prisión sin fianza de 8 jóvenes (6 italianos, 1 francés y 1 español), detenidos tras el ataque a la furgoneta incendiada de la Guardia Urbana, con un agente en el interior. Son 5 hombres y 3 mujeres, entre 28 y 35 años y a 4 de los detenidos de nacionalidad italiana se les acusa de "pertenencia a grupo criminal, desórdenes públicos y daños".
Según publica la prensa italiana, una de las principales acusadas seria Sara Casicciana, una anarquista italiana de 35 años residente en Barcelona. La policía acusa a esta mujer de rociar de aguarrás la furgoneta de los antidisturbios de la Guardia Urbana de Barcelona que sirvió para prender fuego al vehículo cuando después se lanzaron cócteles molotov. Sara Casiccia y otros de los detenidos están acusados con el cargo de intento de homicidio, porque había un agente en el asiento del conductor de la furgoneta cuando esta fue atacada.
En la imagen la italiana de 35 años acusada de homicio. Foto La Reppublica
"No les falta un plato de comida para cenar"
Barcelona ha sido centro de muchos disturbios en su historia. Bautizada como la "rosa del fuego" a principios del siglo pasado, la ciudad ha sido escenario de altercados, algunos muy graves y relatados por grandes escritores, pero con los actuales la pregunta es unánime; ¿Quiénes y por qué queman la ciudad?, la respuesta es amplia y diversa.
La frustración, el paro, la falta de oportunidades unidas a las informaciónes de la corrupción de las élites, son gasolina para las protestas en un ambiente muy politizado, por las redes sociales. El profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Abad Oliva Miguel Ángel Belmonte describe en la Cadena Cope "No son gente a los que les falta un plato para cenar por la noche. Son jóvenes que no les falta de nada, que luego se hacen una foto con su iPhone mientras tiran piedras a los policías. Lo que pasa es que están muy politizados". Se apunta que el paro juvenil del 40% es la combustión de las protestas, pero este es un dato para toda España y los disturbios de Hasél persisten en Barcelona y se han apagado en las principales ciudades españolas con el mismo nivel o incluso superior de paro. Pero este sería uno de los grupos de manifestantes, que camuflaría los más violentos, a los que atacan a la policía, que llevan cócteles molotov en las mochilas y que salen de casa con un objetivo claro: incendiar la ciudad
Los profesionales de los disturbios
El Conseller de Interior Miquel Sámper describió a los manifestantes violentos como "anarquistas violentos y comunistas combativos". Las identidades de las últimas detenciones avalaría la hipótesis del máximo responsable de Interior sobre quiénes son los más violentos. El problema es que cada disturbio es más feroz que el anterior y para el portavoz del sindicato policial USPAC, Albert Palacios nada es improvisado "hay entrenamiento previo, no se incendia una furgoneta tan fácil. Cada día están más preparados, en material e intenciones. Es un escenario de máximo riesgo". Y con este panorama, los partidos que gobiernan en Cataluña exigen cambios en el modelo policial y algunos como la CUP, en negociaciones con ERC para pactar un acuerdo de gobernabilidad, retirar las pelotas de foam. "Necesitamos los instrumentos necesarios para mantener el orden público. No podemos ir solo con nuestro cuerpo" clama Palacios, quien teme una desprotección para sus compañeros en situaciones de máximo riesgo.