GASTRONOMÍA
La churrería barcelonesa que arrasa en Corea: "Se viralizó y en Corea se comerán churros catalanes"
Una cantante de K-Pop lo puso de moda en sus redes sociales y ahora está previsto que abran cinco churrerías en Corea del Sur, tres de ellas en Seúl.
Barcelona - Publicado el - Actualizado
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En el Barrio Gótico, en la calle de Baños Nuevos, se encuentra la churrería de Francisco Almendros y Xavier Català, la Churrería San Román.
Los orígenes de la churrería San Román
La historia se remonta años atrás, cuando en el 1992, el padre de Francisco, se dedicaba a la distribución de productos para churrerías de toda Barcelona, en la empresa Casa Paco.
Entre sus clientes, estaba Xavier, que ya disponía de una churrería en les Corts, concretamente en el campo del FC Barcelona.
Tras años de relación, ambos forjaron una amistad, empezaron a hacer negocios juntos y les surgió la oportunidad de comprar la churrería San Román, que llevaba abierta desde el 1968.
Miguel San Román, era el propietario de esta churrería, curiosamente, él y el padre de Francisco eran amigos desde pequeños y juntos aprendieron a hacer churros. Con los años, Francisco cogió el testigo de su padre.
El bombazo coreano
La popularidad coreana de la churrería, empezó con el hijo de Manuel San Román, Luis, debido a que ya había salido en algún programa de la televisión de Corea.
Entonces, la cantante surcoreana de K-Pop, Jisoo, cuando la churrería ya era de Francisco y Xavier, fue en Navidades de 2022 a tomar churros con chocolate.
Ella se grabó comprando los churros y luego mojándolos en el chocolate en su limusina y lo publicó en su Instagram, con 77 millones de seguidores.
"A raíz de este último boom con Jisoo, ciertos inversores coreanos se acercaron a nosotros para ofrecernos la posibilidad de montar algo en Corea. Se habla de unas cinco tiendas, pero la verdad es que son unas tres en Seúl y dos que todavía está por conocer la ubicación fuera de la ciudad de Seúl", indica Francisco.
La Churrería San Román está muy bien ubicada, en el Barrio Gótico y cerca de una calle muy concurrida como es la Calle Ferran.
"El turista apreció el churro, el producto, la manera de hacer y qué se hace. A partir de ahi la gente extranjera empezó a interesarse por el producto, empezaron a venir guías turísticos para enseñarles los churros a los extranjeros. La rueda se hizo cada vez más grande", explica Francisco.
Lo que más piden los coreanos son los rellenos de Nutella y también los churros con sal.