Esta es la razón por la que verás menos mosquitos tigre este verano

La sequía ha hecho disminuir considerablemente la presencia de mosquitos en Barcelona. Según datos de la Agencia de Salud Pública, durante el 2023, el año más seco desde que hay registros en la ciudad.

La actividad de estos insectos se redujo hasta el 45% respecto al 2022, hecho que confirma la tendencia de descenso de los últimos años.

Lo ASPB señala que la carencia de lluvia ha hecho que a los elementos urbanos no se haya acumulado agua y, por lo tanto, se han reducido los focos de cría.

El Servicio de Vigilancia y Control de Plagas intensifica las tareas preventivas y de control desde abril y hasta noviembre. Este 2024 se han seleccionado 82 zonas de riesgo de proliferación de mosquitos en todo Barcelona.

El año pasado, los técnicos de la agencia revisaron 40.633 puntos de vigilancia, entre imbornales y fuentes, e hicieron casi 25.000 tratamientos larvicidas.

El 70% de la actividad del mosquito tigre, en propiedades privadas

La Agencia de Salud Pública vuelve a poner en marcha este año la campaña “En tu casa, hacemos prevención del mosquito tigre”, puesto que cerca del 70% de la actividad de estos insectos se produce en espacios privados, como jardines, terrazas y patios.

Los especialistas recuerdan que una hembra puede llegar a poner hasta 200 huevos en una semana en pequeños recipientes donde se acumula agua.

Por eso recomiendan revisar periódicamente los platos bajo las macetas, los cubos o, incluso, los juguetes.

En el marco de esta campaña se harán visitas presenciales a domicilios. Siete personas, formadas dentro del Pla de Ocupación de Barcelona Activa, se encargarán de hacer inspecciones y dar recomendaciones a la ciudadanía.

El año pasado se desplegaron al distrito de Huerta-Guinardó y este año harán cerca de 400 visitas en Sarriá – Sant Gervasi.

Modificación de los imbornales arenosos

Una de las medidas que se están llevando a cabo en la ciudad es la modificación de la estructura de los imbornales arenosos de algunos parques y jardines públicos.

El proyecto empezó el 2018 y básicamente, se trata de evitar que se acumule agua a los imbornales para que los mosquitos no puedan criar.

La Agencia de Salud Pública ha explicado que en la ciudad hay entre 11.000 y 12.000, no hay que actuar en todos, y hasta ahora se han modificado 200.

Este año se actuará en cerca de un centenar. Ahora, en el marco del proyecto de investigación europeo IDAlert, se está evaluando si esta medida está suponiendo una mejora del impacto de insectos en la población.