¿Fentanilo en las calles de Madrid?

No se sabe con certeza si en las calles de Madrid se está consumiendo fentanilo. Un analgésico para el dolor, un opiáceo que es cien veces más fuerte que la morfina y 50 veces más fuerte que la heroína.

Esa sustancia ha podido encontrarse en un narcopiso de Villaverde desmantelado por la Policía Nacional y la Policía Municipal hace unos días en la calle de las Viñas del Río, número 13, en el barrio de San Cristóbal. En el registro de la vivienda se hallaron diez tipos de sustancias distintas como ketamina, MDM, éxtasis, marihuana y cocaína. También se encontró una ampolla que contenía unos pocos milímetros de otra sustancia, aparentemente, fentanilo.

Se está analizando con detalle porque estaríamos hablando de la primera vez que se incauta esta droga en Madrid. La vicealcaldesa y delegada de Seguridad del Ayuntamiento de la capital Inmaculada Sanz ha expresado su preocupación porque esta sustancia se esté vendiendo o consumiendo en las calles aunque “ni los laboratorios de Madrid Salud ni los centros municipales de atención a la drogadicción han detectado fentanilo en la capital”. Asegura que el Ayuntamiento “está actuando para que esta droga no llegue a la ciudad”. “Hay que ser prudentes -añade- en todo lo que rodea a esta sustancia” y aboga por tomar medidas desde el punto de vista policial y de atención a las adicciones para evitar que “circule” por las calles.

Tras el registro del narcopiso de Villaverde cuatro personas fueron detenidas, tres hombres y una mujer.

Efectos del fentanilo

El fentanilo se desarrolló en la década de los sesenta como una alternativa más potente y segura que la morfina. Es un fármaco que también se usa de forma ilegal. Como la morfina se receta a pacientes que tienen dolores intensos, sobre todo, después de una intervención quirúrgica. También se trata con esta sustancia el dolor crónico.

El fentanilo que se consume de forma ilegal y que está relacionado con las sobredosis se fabrica en laboratorios. El fentanilo sintético se vende ilegalmente en forma de polvo, en gotas sobre papel ssecante o en envases de gotas para los ojos o en rociadores nasales.

Hemos visto sus efectos en imágenes de drogadictos por las calles de Filadelfia o Los Ángeles, sin capacidad apenas de moverse y anulados totalmente.