Guadarrama rinde homenaje póstumo al pastor Suso Garzón por su defensa de la Trashumancia

Un hombre libre en un campo libre. Así se definía a sí mismo Jesús Garzón, Suso, un pastor, un luchador empedernido que logró para la Trashumancia el reconocimiento mundial. En 2023 la UNESCO declaró a esta actividad tradicional Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Justo esta semana se cumple un año. 

Poco después de aquel hito Suso fallecía, un último viaje en el que el rebaño que lo acompañó no fue de ovejas sino de nubes del cielo porque, en esencia, Suso "fue un hombre bueno, grande por fuera y por dentro".

Así le recuerdan todos los que lo conocieron y muy especialmente quien ha recogido el testigo de su legado, Marity González, amiga de Garzón, quien recorrió con él esas cañadas y vías pecuarias que tanto defendió, y que seguirán defendiendo desde la asociación que fundó, Trashumancia y Naturaleza.

"Su aportación ha sido siempre directa con los pastores. Yo le conocí en los últimos 20 años y lo que hacíamos era escuchar a los pastores, estar con ellos, ver sus problemas y tratar de solucionarlos. Y siempre peleando para que todas las vías pecuarias, 125.000 kilómetros en la Península, 420.000 hectáreas, se sigan manteniendo con esa ley que se consiguió en 1995, también gracias en parte a Jesús. España es el único país que tiene esa ley que protege y da prioridad de paso a los ganados", ha contado a COPE de la SIERRA Marity.

Esos caminos públicos llevaron a Suso hasta Guadarrama. Dos veces al año atravesaba la localidad con sus rebaños y terminó forjándose un estrecho lazo... tanto, que el municipio le ha rendido un homenaje póstumo.

Fue este sábado, 30 de noviembre, con el descubrimiento de una placa en su memoria en el parque del Puente del Rosario, un lugar por el que todos los años pasaba con sus animales, una cita que se convertía en la más esperada por los vecinos, grandes y pequeños, suscitando una gran curiosidad y atracción por el mundo rural.

una vida de lucha

Jesús Garzón se definía simplemente como pastor trashumante. No obstante, era naturalista, conservacionista, investigador, protector de especies y espacios naturales. 

Su empeño consiguió ya en los años 70 que se reconociera la protección del entonces Parque Natural de Monfragüe (hoy Parque Nacional), en Extremadura, evitando su destrucción. 

Impulsó la creación en 1983 del Parque Natural Oyambre en Cantabria y colaboró en la creación de los parques de Cabañeros y Somiedo, entre otras muchas acciones.

Después, centró sus esfuerzos en el reconocimiento de la Trashumancia. Recorrió para ello las cañadas llevando a sus rebaños trashumantes hacia los pastos del Norte.

Su objetivo, llamar la atención sobre la necesidad de mantener un sistema de pastoreo ancestral que, en nuestro país, cuenta con más de 125.000 kilómetros y una extensión de 420.000 hectáreas de vías pecuarias. Vías pecuarias que cubren todo el territorio peninsular y las islas, poniendo de manifiesto que la trashumancia es una práctica extendida por todas las comunidades autónomas. 

El reconocimiento a toda una vida de lucha llegó el pasado 6 de diciembre de 2023, cuando la UNESCO declaró la Trashumancia Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.