La Marea Verde baña Collado Villalba

Cerca de 600 personas, según fuentes policiales, han marchado por la calle Real de Collado Villalba, desde la Plaza de la Estación hasta la Dirección de Área Territorial de la Consejería de Educación Madrid Oeste, para hacer visible la oposición de la comunidad educativa de la Sierra del Guadarrama a la nueva Ley Orgánica de Educación, la LOMCE.   Había profesores, estudiantes y también padres protestando contra una nueva ley educativa, la séptima en lo que llevamos de Democracia, que consideran una vuelta atrás a modelos educativos obsoletos. “Es una Ley retrógrada, que nos lleva 40 años atrás en el sistema educativo español; se ha hecho sin consenso, potencia los resultados por encima de los procesos, segrega al alumnado y no responde a las necesidades de la educación”, según Laura Vargas, portavoz de la FAPA Giner de los Ríos. En cuanto al seguimiento de la huelga, los datos que ofrecían los convocantes a mediodía eran parciales y desiguales. Se hablaba de un seguimiento, en el caso de los profesores, de hasta el 70% en algunos centros de Collado Villalba, rebajado hasta el 31% en otros. Pero sobre todo ha destacado, comentaban algunos manifestantes, la participación activa de los padres, que ha llevado a muchos, sobre todo en Primaria, a no llevar a sus hijos al colegio y apoyar la huelga.   Ángel Álvarez, profesor del colegio Rosa Chacel de Collado Villalba, aseguraba que el mensaje contra los recortes en la educación pública y la LOMCE ha llegado con fuerza a la sociedad. “En mi colegio el 80% de los niños no ha ido hoy y sabemos que, por ejemplo en Hoyo de Manzanares, en bachillerato y FP, el seguimiento era casi del 100%. Los alumnos y las familias están apoyando esta huelga porque es una cuestión social: un país que recorta en educación está cerrando las puertas de su propio futuro y está condenando a las generaciones futuras al fracaso y a la inmigración”. Eso sí, Álvarez no olvida, por la parte que toca a los profesores, que las principales quejas contra la LOMCE derivan de un nuevo sistema que, dice, consagra los recortes de profesorado, pone en duda el papel evaluador de los docentes con la creación de las reválidas y se olvida por completo de una etapa tan crucial como la Educación Infantil.