El sueño de la vivienda propia se aleja cada vez más para las familias alicantinas
Los jóvenes se enfrentan a una realidad cada vez más difícil. Muchos se ven abocados a vivir en régimen de alquiler

Imagen de archivo de bloques de viviendas
Alicante - Publicado el
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Alicante es una de las ciudades de España donde más tiempo hay que ahorrar para conseguir la "entrada" de una vivienda. Según un estudio realizado por un portal inmobiliario, para poder adquirir una vivienda de dos dormitorios en la ciudad, las familias alicantinas necesitan ahorrar durante 31 años. Este dato pone de manifiesto la creciente dificultad que enfrentan las familias de clase media para acceder a la propiedad, un problema cada vez más acentuado por los elevados precios de las viviendas y los bajos salarios.
El informe revela que el precio medio de la entrada a una vivienda en Alicante es de 70.322 euros, una cifra muy por encima de los 20.465 euros necesarios en ciudades como Ciudad Real. Este gasto se convierte en un obstáculo casi insuperable para muchas familias, ya que la tasa de ahorro media en España fue de solo el 7,1% de los ingresos durante 2024, lo que implica que una familia tendría que ahorrar durante casi un cuarto de siglo para alcanzar esa cifra.
Francisco Iñareta, portavoz de este portal inmobiliario, advierte que esta situación refleja “la enorme dificultad de las familias para acceder a una vivienda”. Con los altos costes de las viviendas y los precios del alquiler, muchas familias se ven atrapadas en un círculo vicioso, en el que no logran ahorrar lo suficiente para dar el primer paso hacia la compra de su hogar.
El estudio también resalta que Alicante es una de las cinco ciudades donde se necesita ahorrar más de 30 años para conseguir la entrada a la vivienda. Solo ciudades como Madrid, Barcelona, Málaga y San Sebastián superan este tiempo, mientras que en lugares como Jaén o Palencia el plazo de ahorro es considerablemente menor.
Además, en las grandes capitales, las entradas de las viviendas superan los 100.000 euros en ciudades como Palma (123.892 euros), San Sebastián (119.025 euros) y Madrid (117.299 euros). Una barrera económica que obliga a muchos a recurrir a otras vías de acceso, como las herencias o donaciones.
Los jóvenes alicantinos se enfrentan a una realidad cada vez más difícil. Muchos se ven abocados a vivir en régimen de alquiler, donde los costes mensuales superan en ocasiones los pagos de una hipoteca, pero sin el acceso a la financiación necesario para dar el paso hacia la compra de una vivienda.
¿La solución? Tal y como indica Iñareta, las únicas alternativas reales para muchas familias son los ingresos extraordinarios, o en el mejor de los casos, alguna herencia que permita cumplir el sueño de tener un hogar propio. La vivienda, por tanto, parece seguir siendo un lujo inaccesible para muchas familias de clase media en Alicante.