Un trabajador de ambulancias de Alicante desvela cómo controlan las sirenas desde dentro: "Suena así"
Son esenciales para la circulación de los profesionales que intentan salvar vidas ante cualquier desgracia que sucede y es raro que no la escuches mientras vas por la ciudad
Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Debemos facilitar el tránsito de las ambulancias con sirenas, pero hay que controlar mejor los abusos tan paradójicamente contraproducentes para la salud de todos. Muchos desconocen cómo los trabajadores gestionan el sonido de este elemento esencial para salvar vidas y un profesional de Alicante lo enseña.
España es, junto a Japón, el país más ruidoso del mundo. En Estados Unidos, un estudio ha concluido que el uso de las sirenas en las ambulancias es innecesario en el 94% de los casos. Más aún: perjudica la salud de algunos pacientes, haciéndoles creer que su estado es peor.
La población general ignora el trabajo y todo lo que hacen los profesionales dentro de estos vehículos de atención sanitaria. Aunque parezca mentira, el desconocimiento también llega a algunos médicos. En el imaginario popular se creen historias y falsos mitos que desvirtúan el excelente servicio de emergencias que tenemos.
Es frecuente que los ciudadanos piensen que las ambulancias ponen las sirenas para saltarse los semáforos, o para circular en sentido contrario cuando hay un atasco monumental. Se suele pensar, incluso, que están mal aparcadas en la acera a propósito, cuando, en realidad, han dejado el vehículo donde han podido.
Ambulancias
Tienen mucha historia. Un médico francés ideó un sistema para prestar rápidamente auxilio a los heridos en el campo de batalla, trasladándolos en carros llamados ambulancias volantes. En el siglo XVIII, las batallas dejaban un abrumador balance de muertos, por lo que tardaban en ser atendidos. Por eso, fue una revolución.
En plena Revolución francesa, un joven y valiente médico francés llamado Dominique Jean Larrey ideó un sistema para reducir esos tiempos de espera. Formado en medicina y especializado en cirugía, en 1792 se unió al ejército revolucionario que combatía en la frontera alemana y allí se percató de la mala organización.
Por ello, imaginó un sistema de carros tirados por caballos que llevaran con prontitud al paciente al hospital de campaña para operarlo en las siguientes 24 horas. Se utilizaron por primera vez en julio de 1793, durante el sitio de Maguncia, y Napoleón Bonaparte se las llevó a su campaña en Italia.
Consistían en una caja de madera abovedada, con paneles laterales forrados, dos ventanucos a ambos lados y puertas de doble batiente delanteras y traseras. En su interior, cuatro rodillos permitían deslizar sin problemas la base sobre la que iba un colchón forrado de cuero.
Desvela cómo controlan las sirenas desde dentro
Quien trabaja en una ambulancia suele ser de otra pasta: altruista, con gran calidad humana y con cuajo para aguantar situaciones inimaginables. Su labor resulta fundamental en todas las situaciones en las que es requerido y por eso este trabajador muestra cómo se trabaja en un lugar de playa como es Alicante.
Todo el mundo desea que nunca necesite una ambulancia, pero esto es lo que sucede en el interior de este vehículo cuando tienen que activar la sirena por una urgencia. Estos profesionales son ángeles de la guarda y su trabajo en la primera línea de batalla ante las desgracias resulta fundamental.