Detener la despoblación es una prioridad para Castellón

La despoblación es un problema que atañe a numerosos municipios, especialmente del interior pero que también se percibe en pueblos ubicados en zonas costeras, pero que ven como sus jóvenes optan por núcleos urbanos de mayor densidad, donde puedan tener más servicios. Con tal de tratar de evitar este éxodo, un municipio como Betxí trabaja en un plan que contiene dos fases.

Una primera en la que anima a los vecinos a revitalizar su centro histórico, procediendo a la reforma y adecuación de viviendas para lo que trabaja en ofrecer subvenciones, como explica en COPE la alcaldesa, Carla Nebot. "Arreglar las casas y que las personas vuelvan a las del casco histórico que están un poco abandonadas", es el objetivo.

La segunda fase de ese plan de rehabilitación de casas del centro de Betxí va destinada a incrementar la subvención si esas viviendas se destinan al alquiler para jóvenes. El objetivo es incentivar a los propietarios para que las casas no estén abandonadas y a la vez conseguir que la juventud se quede en Betxí para garantizar su futuro.

"Estamos teniendo un éxodo muy grande de jóvenes y no podemos permitirnos que nuestro futuro se vaya porque no hay alquiler a un precio que la gente joven se pueda permitir".

Vistabella

Otro ejemplo es en Vistabella. El municipio ha acabado 2023 incrementando su censo en 36 personas, situándole en 369 gracias a programas como Menjar a casa o la recogida de basura casa por casa, además de editar folletos informativos relatando las ventajas de residir en este municipio, el más alto de la Comunidad Valenciana y a los pies de una montaña tan querida como Penyagolosa.

El alcalde de Vistabella, Jordi Alcón, detalla que "hemos subido en 36 habitantes en 2023 y estamos muy contentos,. Ha venido gente joven, familias con niños".

Y, además, en el futuro se espera que la rehabilitación de Sant Joan de Penyagolosa ayude a la economía de Vistabella y de los municipios de alrededor de esta montaña mágica. Las obras encaran casi su año final y una vez sea realidad serán muchas las personas que puedan visitar e incluso pernoctar en el lugar o en las proximidades.

"Es una inversión estratégica que aportará turistas, trabajadores y gente que vendrá a vivir al pueblo".