Un bar de Valencia coloca un cartel y avisa de que no atenderá a los clientes que hagan esto al sentarse: cada vez más habitual en España
El 38% de los empresarios hosteleros prevé que la situación por la escasez de personal empeorará en 2025 por lo que buscan nuevas normas

Un camarero atiende una terraza
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El sector de la hostelería en Valencia atraviesa un momento de transformación marcado por la digitalización, la búsqueda de sostenibilidad y la creciente demanda de experiencias personalizadas. Sin embargo, un fenómeno menos glamuroso está acaparando la atención: la tensión entre clientes y establecimientos por hábitos aparentemente inocuos, como sentarse en mesas sin limpiar. Un bar valenciano ha decidido tomar cartas en el asunto con un cartel que ha desatado un encendido debate en redes sociales: "Si se sientan en una mesa sucia no se les atiende".
La medida, difundida inicialmente por la cuenta de X @LiosDeVecinos, no es un caso aislado. Según expertos del sector, refleja una tendencia creciente en España, donde los locales buscan imponer normas para optimizar el servicio ante la escasez de personal y la presión postpandemia. De hecho, el 38% de los empresarios hosteleros prevé que la situación empeorará en 2025 debido al aumento de costes y la reducción del gasto medio de los clientes. En este contexto, el cartel del bar valenciano no es solo una advertencia, sino un síntoma de un problema más profundo.
Polémica en un bar de Valencia
El aviso, escrito a mano en un folio cuadriculado, parece dirigido a aquellos clientes que, en su prisa por ocupar una mesa, ignoran el protocolo básico de esperar a que el personal la adecente. "Mucha gente elige justo la sucia, dificultando nuestro trabajo", defendió un usuario en redes, mientras otro ironizaba: "Serán millonarios, negándose a atender clientes...".
La discusión ha revelado dos bandos irreconciliables. Por un lado, quienes ven la medida como una falta de profesionalismo: "Si me siento en una mesa sucia, es porque no la habéis limpiado a tiempo. El fallo es del local", criticó un usuario. Por otro, los que aplauden la firmeza: "Solo quien ha trabajado en hostelería entiende lo frustrante que es ver mesas libres y que elijan la única con platos sin recoger", replica otro.
¿Estrategia o mala gestión?
Algunos expertos apuntan a que la norma podría ser una respuesta a la "cultura de las prisas", exacerbada tras la pandemia. Un camarero anónimo relató en TikTok cómo un padre enseñaba a su hijo a sentarse en mesas sucias "para asegurarse de que el camarero vendría rápido" 10. Esta táctica, aunque efectiva para el cliente, colapsa la organización de la sala, especialmente en locales con plantillas reducidas.

Camarero atiende a clientes en una terraza
No obstante, críticos como el consultor David Domínguez (Circana España) señalan que el problema radica en la "racionalización del consumo": los clientes gastan menos y exigen más, mientras los negocios recortan horarios y personal para sobrevivir. En Valencia, donde el empleo turístico creció un 5.7% en alojamientos pero cayó un 2.8% en bares, la hostelería enfrenta un dilema: ¿cómo equilibrar eficiencia y atención al cliente?
Tendencias que llegan para quedarse en España
El cartel valenciano no es la única medida controvertida. En Granada, un bar prohibió cantar ("salvo que se haga bien", aclaraba un añadido manuscrito) 3, y otro vetó la entrada a quienes usaran la palabra "bro" 6. Estas normas, aunque pintorescas, responden a una realidad: el sector apuesta por "experiencias WOW" y "lujo asequible", pero también por filtrar comportamientos que disruptan el ambiente.
Más sobre bares
La tecnología podría ser parte de la solución. Juan Gil, director de Turismo en Microsoft, destacó en el reciente HIP 2025 que "la IA es clave para atender individualmente al cliente", con sistemas que gestionan reservas y alergenos automáticamente 1. Sin embargo, hasta que estas herramientas sean accesibles para todos, los carteles manuales seguirán siendo el recurso inmediato.
Así, mientras el bar valenciano defiende su postura ("no es tiquismiquis, es sentido común", escribió un empleado) el debate trasciende lo anecdótico. En un país donde el 59.3% de los ciudadanos visita bares semanalmente, la hostelería debe navegar entre la autenticidad y la exigencia de un servicio impecable. Quizás, como sugirió un usuario, la solución pase por "tomarse la cerveza en casa".