Cuál es el significado de 'Valencia' y que tiene su origen hace miles de años

España es un país con culturas e historias muy diferentes y que se remontan a tiempos muy antiguos. Los nombres de las distintas ciudades españolas no solo sirven para guiarnos y situarnos en el lugar, sino que también tienen una historia muy amplia detrás. Cada topónimo guarda en su esencia relatos y leyendas de conquistas, asentamientos, batallas y siglos de civilizaciones que se han ido construyendo con el paso de los siglos.

Para conocer el significado de las ciudades españolas hay que remontarnos a unas épocas muy antiguas para saber su origen. En el caso de la ciudad de Valencia, su significado se remonta al año 148 a.C, cuando la ciudad fue fundada por el Imperio Romano, concretamente por Décimo Junio Bruto, cónsul del Imperio, bajo el nombre de Valentia que en latín significa "fuerza" o "valentía".

¿Cuántos nombres ha tenido la ciudad?

Valencia es una ciudad en la que su situación a orillas del río Turia la hacían convertirse en un centro vital en las diferentes rutas comerciales y militares de la época en el Mar Mediterráneo. Su larga historia ha estado marcada siempre por su destrucción y su posterior reconstrucción, como ya ocurrió en el año 75 a.C entre Pompeyo y Sertorio.

La ciudad ha sido rebautizada en muchas ocasiones, como por ejemplo con el nombre de Balansiya. Un nombre que vino con la llegada de los musulmanes a la península en el año 711, reflejando en la ciudad su arquitectura, cultura y vida cotidiana. De hecho, las técnicas agrícolas introducidas por los árabes transformaron la región en una zona próspera. Ya fue en el año 1238, durante la Reconquista liderada por Jaime I, cuando la ciudad volvió a llamarse Valencia. Y ya en el siglo XXI se oficializó con el nombre de València, en valenciano.

Desde los romanos hasta los cristianos

Con la llegada de los cristianos a la península, la ciudad experimentó un nuevo desarrollo en comparación con lo que había con los musulmanes y llevaron a cabo nuevos procesos para mantener a una ciudad que era por aquel entonces la capital del Reino de Aragón. Entre su desarrollo, construyeron enormes iglesias, palacios y fortificaciones que aún hoy se pueden admirar en toda la ciudad. Cada civilización que ha pasado por la región ha contribuido a su rica historia y diversidad cultural.

Aunque su nombre ha cambiado muchas veces a lo largo de los años, el espíritu de valentía que lo define sigue presente en sus calles y entre su gente. Es una ciudad que a día de hoy sigue enamorando a todo aquel que la visita, pasando desde las antiguas murallas romanas hasta las modernas e inigualables torres de la magnífica Ciudad de las Artes y las Ciencias.