Madrid - Publicado el - Actualizado
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Ni tres días ha durado la euforia por el supuesto 'Clavazo' al Getafe CF. Parecían muchos ocho millones de euros para el Levante UD por el uruguayo y es que, en realidad, no eran ocho sino 5,5 millones. Lo explicó el presidente Quico Catalán con todo lujo de detalles, pero con la mano en el mentón y con cierta desgana ante la prensa. Dijo Manolo Salvador, además, que él prefiere a Bruno antes que a Cabaco. A pelo. No le hace falta, según dijo, el dinero de la operación para pensar que el central canario le va a hacer más papel que el uruguayo.
Pero el trueque, por más que insistan, es puro negocio porque para el que tiene que decidir las alineaciones Cabaco puede ser el central titular de Uruguay la próxima década. Cabaco, eso sí, quería irse desde hace tiempo porque no jugaba lo que quería y era uno de los peores pagados de la plantilla. Y Bordalás, todos imaginamos los motivos, ve en Cabaco un Cabrera en potencia. Así que casi todos contentos porque si hay un futbolista que va a echar mucho de menos al uruguayo es Campaña, que es tío, padrino o como quieran llamarle del primogénito del charrúa.
La salida de Oier tiene mucha menos miga. Por higiene mental del vestuario Manolo y Paco López querían sacar al meta vasco, que desde que se presentó en el despacho del entrenador cuando perdió la titularidad (ahora hace un año) ya no volvió a ser el mismo ni en el césped ni en la caseta. Lo intentó varias veces hasta que el Espanyol, por fin, sacó de la hucha algo más de un millón para cumplir su deseo de marcharse y despejar, de paso, el camino para Koke y Cárdenas.
Así que el mercado de invierno ha dejado casi resuelto el famoso 'fair play financiero': "Faltan cuatro o cinco millones de euros para cuadrar las cuentas", dijo el presidente. Peores son las cuentas en el césped, con cuatro derrotas seguidas en LaLiga, y con el partido del sábado ante el Leganés convertido en la primera final de la temporada.