El Valencia Basket se atasca en Bolonia y el Virtus le pasa por encima (87-74)

El Valencia Basket lleva toda la 23/24 defendiendo bastante bien y atancando bastante mal. Con ello mantiene vivas sus esperanzas de play in. Pero en la vuelta a la competición después de las ventanas FIBA se esperaba una mejor versión ofensiva del equipo. Hubo mejores intenciones, pero similares resultados, y ello acabó permeabilizando la defensa. A pesar de la derrota y del triunfo de Partizan de Belgrado sobre Anadolu Efes, los valencianos siguen en play por diferencia de puntos.

Empezó muy serio el equipo de Mumbrú, serio en defensa, con un buen tono, y compartiendo mucho mejor la pelota. Se notó enseguida porque así los valencianos son capaces de mirar a los ojos incluso a equipazos como el Virtus. Con Pangos con mejores piernas y mente más alegre, el juego fluía. Davies y Anderson rompieron el aro dos veces, después vino castigo desde el triple de Pangos, Jones y el propio Davies para poner un 12-20 en el minuto 7.

Con el viento de cara, Mumbrú entendió que era el momento de meter a más jugadores en dinámica, estaba el partido para eso. Y se produjo el frenazo. Se movió bien la pelota, se construyeron buenos ataques, pero Reuvers erró dos mates, Inglis dos balones doblados y Harper un triple liberado a base de paciencia, y Virtus se conectó. 18-20 para cerrar el cuarto.

En el segundo acto llegó un chaparrón. Los malos porcentajes de tiro (9/24 en tiros de 2 al descanso) llevaron al caos defensivo. Mickey se apoderaba de la pintura y Belinelli del partido. Con la energía defensiva que contagia Pajola, Virtus llevó un preocupante 44-32 al descanso.

Un anuncio de lo continuó después, porque los italianos habían olido la sangre y salieron del vestuario con intención de romper el partido. Dunston puso un 51-36 que obligaba a medidas urgentes. Para eso apareció un espléndidlo Chris Jones, para sostener al equip y Pradilla para acompañarle de escudero fiel. Pero era una película ya vista, "Hacer la goma". Obligarte a ir a remolque, sin acabar de recuperar el mando en el marcador. 65-57, minuto 30.

Pollonara, que hace unos meses superó un cáncer testicular, encendió el último cuarto con un triple. Pero los valencianos pedaleaban, querían, aunque Cordinier, un dolor de cabeza toda la noche, mantenía las distancias. Mumbrú lo intentó con la zona, pero tampoco, porque cuando Jones, con su punto número 20, acercó a 76-67, una mala decisión de Davies y una posterior técnica frustraron las pocas opciones esperanzas visitantes. El resto sobró. A pensar en el Zunder, que llega el doingo a la Fonteta.