La llegada del nuevo Arzobispo cargada de simbolismos
Dormirá en el colegio Jesús y María, y venerará a la patrona de los valencianos, la Virgen de los Desamparados
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La llegada de un nuevo Arzobispo a la Iglesia diocesana de Valencia viene marcada por una serie de ritos, algunos muy antiguos, otros incorporados más recientemente.
Tras hacer su entrada por carretera, hasta la primera parada, la diócesis de Benavites, primera localidad valenciana desde Tortosa, monseñor Benavent ha oficiado una celebración de la Palabra en la parroquia Nuestra Señora de los Ángeles. También ha visitado el Monasterio de Santa María de El Puig.
Según la tradición, en 1237 San Pedro Nolasco descubrió la imagen de una Virgen en un montículo. Al conocer el hallazgo, Jaime I ordenó construir en su honor el monasterio que hoy se levanta en el lugar que entregó, luego, a San Pedro Nolasco y sus frailes mercedarios. En el monasterio fue entronizaba la imagen de Santa María de los Ángeles de El Puig. Además, Jaime I consideró la protección de la Virgen como causa determinante de la conquista y proclamó a Santa María del Puig como Patrona del Reino.
Por eso, el monasterio es un lugar especialmente significativo que recuerda el renacimiento de la presencia cristiana en nuestras tierras y la marcada devoción mariana de toda la comunidad diocesana. Allí, don Enrique efectuará su segunda parada. A las puertas será recibido por el prior, los religiosos mercedarios, y los sacerdotes del arciprestazgo, y tras una oración de la Virgen de El Puig, el Arzobispo electo, los obispos y el prior visitarán la tumba del padre Jofré (Valencia, 1350- 1417), religioso mercedario fundador del primer hospital psiquiátrico del mundo e iniciador de la devoción a la Virgen de los Desamparados, que se encuentra actualmente en proceso de canonización.
Seminario de Moncada
Tras esa visita ha comido en el Seminario de Moncada. El Seminario, verdadero corazón de la diócesis, tiene una doble significación para don Enrique. Por una parte, es el lugar donde viven y se forman los futuros sacerdotes de nuestra Iglesia y son siempre, para el Arzobispo, una de sus primeras preocupaciones. Además, en este caso, don Enrique fue formador del mismo Seminario, de manera que tiene además un cierto sentido de vuelta a casa.
Colegio Jesús y María
El Arzobispo electo de Valencia pernoctará en las dependencias del Colegio cumpliendo con la tradición que se remonta al siglo XVI, iniciada por Santo Tomás de Villanueva. Cuando éste llegó a Valencia en el año 1544 para tomar posesión como arzobispo, las puertas de la ciudad ya estaban cerradas. Por ese motivo, tuvo que pasar la noche en el convento más cercano a las Torres de Quart, que era el del Socorro, de los Agustinos, en cuya orden había ingresado el propio Santo en el año 1516.
El actual centro docente está edificado sobre el emplazamiento de aquel antiguo convento agustino. La fama de santidad de Santo Tomás hizo que todos sus sucesores se hayan alojado en este lugar la víspera de su toma de posesión. Así, don Enrique celebrará las vísperas y, posteriormente cenará con la comunidad religiosa del colegio y dormirá allí siguiendo esta tradición.
Veneración a la Virgen de los Desamparados
El Arzobispo electo, acompañado por el Nuncio y el Administrador Apostólico y es recibido en la puerta de la Basílica de la Virgen por el rector y los capellanes. Venera la imagen de la Virgen de los Desamparados ante su altar. Firma en el libro de honor, sube al Camarín para besar la mano de la Patrona mientras se canta la Salve. Cuando baja del Camarín se canta el Himno de la Coronación, mientras sigue la procesión hasta la Catedral. Una tradición que cumplen todos los arzobispos tanto cuando van a tomar posesión pero también en su despedida.