Paloma, desahuciada por un fondo buitre que construirá apartamentos turísticos: "Media hora para sacar mis cosas"

¿Te imaginas que un fondo de inversión compra un edificio y desahucia a los inquilinos para alquilar las viviendas como pisos turísticos? Está ocurriendo y con más frecuencia de la que nos gustaría.

Te traemos un caso concreto, en la calle Cajeros 2 del centro de València y que incluso han implantado un lema: “Caixers 2 es queda”. Es una finca de 4 plantas y dos vecinos por planta. 8 viviendas. El edificio data del año 1889, lo ha adquirido un fondo de inversión -Good Capital Investments- y quieren expulsar a los vecinos para rehabilitarlo y reconvertirlo en apartamentos turísticos.

6 familias se marcharon ya, -presionadas por los nuevos propietarios y los alquileres desorbitados-, quedan 2, y las 6 viviendas vacías fueron okupadas hace unos años. Una finca que sirve como símbolo de resistencia ante la excesiva turistificación del barrio, tras las quejas del excesivo turismo y la expulsión de los vecinos. Y como muestra, lo de hoy.

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COPE VALENCIA

Desahucio en Caixers 2

Paloma residía en ese edificio hasta hoy. Madre soltera con un hijo menor de edad. Vivía allí desde hace más de 8 años. Esta mañana, a las 9, el juez ha ido con una orden de desahucio. 14 furgonetas de la policía Nacional han acordonado la zona. Ha podido hablar con COPE para explicar cómo lo ha vivido. Ya no tiene casa. "La Policía Nacional me ha dicho que tenía media hora para sacar mis cosas. Hemos intentado aguantar, pero mi hijo, al final, se ha derrumbado".

Ella quiere seguir pagando, pero los nuevos dueños no quieren ni siquiera eso. Quieren que se vaya: "Le he vuelto a insistir al abogado de la finca que me permita seguir pagando el alquiler porque ese no es el problema, y me ha dicho que les da igual, que quieren que me vaya"

Hoy ya no tiene casa: "Pasaremos el día en casa de una amiga. Y luego ya veremos qué hacemos"

El colectivo Veïnat en Perill de Extinció inició en 2019 la campaña #Caixers2EsQueda, para denunciar y evitar la expulsión de los vecinos y vecinas de sus casas. Paloma no lo ha conseguido.