La inflación dispara el coste de la cesta de la compra pero el campo sigue sufriendo precios ruinosos

Los precios siguen siendo y la cesta de la compra se sigue encareciendo. Sin embargo, los agricultores y ganaderos siguen recibiendo prácticamente los mismos precios desde hace años por su materia prima.

Según el IPC adelantado de febrero, la inflación se ha situado en el 7,4 por ciento en Extremadura respecto al año pasado, la cifra más alta desde el año 1.989. Pero, ¿sabes cuáles son las diferencias de precios entre lo que recibe un agricultor y lo que pagan los consumidores para llenar la cesta de la compra?

La Coordinadora Agraria de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) publica cada mes el Índice de Precios en Origen y Destino de los Alimentos (IPOD) y hay casos más que llamativos en productos esenciales para el consumo.

El IPOD de febrero de 2022 muestra que en frutas y hortalizas, un consumidor paga de media casi 5 veces más que el precio que recibe el agricultor por su cosecha.

Destacan casos como el limón o la naranja, cuya diferencia supera el 800 por ciento entre el precio en origen y el que finalmente tiene en destino. Por ejemplo, el agricultor recibe 41 céntimos por kilo de naranja, mientras que el consumidor compra ese producto a una media de 2,75 euros.

Otros productos, como el ajo, supera el 750 por ciento de diferencia y la patata roza el 620 por ciento (de 0,16 euros en origen hasta 1,16 euros en destino).

Si comparamos este mismo indicador hace tres años (enero de 2019) observamos que los agricultores y ganaderos apenas reciben unos céntimos de euros más por sus productos, pese a que sufren los elevados costes de producción por el encarecimiento de los insumos (fertilizantes, piensos, combustible, electricidad, etcétera).

Las diferencias también son llamativas en el caso de la ganadería. Un consumidor paga un 408 por ciento de lo que recibe un productor de cerdo por la materia prima. La diferencia supera el 200 por ciento en el pollo, la ternera de primera o el cordero.