Las Freylas de Mérida, una rehabilitación histórica a punto de comenzar

El próximo 2 de abril comenzarán las obras de rehabilitación integral del Convento de las Freylas, que se convertirá en la sede del Instituto de Arqueología de Mérida (IAM). Así lo ha anunciado el alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna, quien ha destacado la importancia de esta institución junto con el Consorcio de la Ciudad Monumental y el Museo Nacional de Arte Romano, consolidando a la capital extremeña como un referente mundial en el ámbito arqueológico.

Un proyecto impulsado por el Ayuntamiento y el CSIC

La rehabilitación del convento es posible gracias a la cesión del edificio por parte del Ayuntamiento de Mérida al Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) por un período de 75 años. El Gobierno de España destinará 6 millones de euros a la reforma del inmueble, adquirido por el consistorio en 2007.

El alcalde ha participado en la presentación del 25 aniversario del IAM, en un acto celebrado junto a la consejera de Educación de la Junta de Extremadura, Mercedes Vaquera, el presidente de la Diputación de Badajoz, Miguel Ángel Gallardo, y el director del IAM, Pedro Mateos.

Según Rodríguez Osuna, el Instituto de Arqueología de Mérida es el único de su tipo en España y desarrolla investigaciones tanto en Extremadura como en proyectos internacionales en Italia, Marruecos, Argelia, el Caribe o Uruguay.

Por su parte, Pedro Mateos ha subrayado que este 25 aniversario servirá para acercar el IAM a la ciudadanía mediante charlas, exposiciones, conciertos y actividades de participación ciudadana. Además, se realizarán presentaciones en la Residencia de Estudiantes de Madrid y en la Escuela Española de Arqueología de Roma.

Rehabilitación del Convento de las Freylas

Ubicado junto a la Basílica de Santa Eulalia, el Convento de las Freylas perteneció a la Orden de Santiago y cuenta con tres patios, un corral y varias edificaciones, ocupando una superficie de 1.732 metros cuadrados.

El proyecto de rehabilitación, diseñado por el arquitecto emeritense Rubén Cabecera, contempla tanto la restauración de las estructuras existentes como la construcción de nuevas instalaciones en la parte suroeste de la parcela. Se busca respetar la historia del edificio, recuperando elementos como bóvedas y fachadas, al mismo tiempo que se genera un espacio funcional para la nueva sede del Instituto de Arqueología de Mérida.

Gracias al acuerdo entre el Ayuntamiento y el CSIC, este emblemático edificio, en desuso desde hace años, recuperará su valor patrimonial y se convertirá en un espacio clave para la investigación y la conservación arqueológica.