Fallece un joven de 24 años en un accidente laboral en Villar del Rey

Un hombre de 24 años ha fallecido en un accidente laboral ocurrido en la Finca La Charca, situada en el término municipal de Villar del Rey, provincia de Cáceres. Según las primeras informaciones, el joven falleció tras ser golpeado por una alpaca de paja que le cayó encima.

En el lugar de los hechos intervinieron efectivos del helicóptero sanitario H5-1 con base en Casar de Cáceres, el Punto de Atención Continuada (PAC) de Alburquerque, y agentes de la Guardia Civil, coordinados por el Centro Operativo de Servicios (COS) de Cáceres.

Las autoridades han iniciado las investigaciones para esclarecer las circunstancias del suceso. Este trágico accidente pone nuevamente de manifiesto los riesgos asociados al trabajo en el sector agrario, donde el manejo de maquinaria y grandes cargas requiere extremar las medidas de seguridad.

Extremadura atraviesa un año negro en términos de siniestralidad laboral. Con la muerte de este joven , ya son 22 las personas fallecidas en el trabajo en lo que va de 2024. Esta cifra supera ampliamente los datos de todo 2023, cuando se contabilizaron 14 fallecimientos en la región, y casi duplica ese registro anual.

El repunte de muertes ha sido particularmente alarmante en este otoño, con cinco accidentes mortales en tan solo unas semanas. Las víctimas más recientes tenían edades comprendidas entre los 32 y los 62 años, y todos eran hombres. Este patrón no solo refleja la vulnerabilidad de ciertos sectores, como el agrario o la construcción, sino también la necesidad urgente de reforzar medidas de prevención.

La estadística subraya una tendencia preocupante: el incremento sostenido de la siniestralidad laboral en Extremadura. En solo diez meses, 2024 ya ha superado con creces los peores registros de años anteriores. La concatenación de tragedias sugiere, según expertos en seguridad laboral, una combinación de factores, desde condiciones de trabajo deficientes hasta una posible falta de supervisión en el cumplimiento de normativas.

Sindicatos y organizaciones laborales han vuelto a alzar la voz para exigir mayores esfuerzos por parte de las empresas y las administraciones públicas. Piden reforzar la formación en seguridad para los trabajadores, aumentar las inspecciones y destinar recursos adicionales a la modernización de los equipos y métodos de trabajo.