El deterioro imparable de la antigua prisión provincial de A Coruña
El edificio, frente a la Torre de Hércules, sufre cada vez más desperfectos entre la invasión de la maleza y el anidamiento de las gaviotas
Coruña - Publicado el - Actualizado
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La antigua cárcel de A Coruña está completamente abandonada. Eso es lo que puede constatar cualquier persona que pase por delante del edificio, situado frente a la Torre de Hércules, monumento Patrimonio de la Humanidad.
El inmueble presenta cada vez más desperfectos, vidrios rotos, vallas caídas y, sobre todo, una incontrolable maleza que invade todas las zonas al aire libre. En la parte trasera, las gaviotas y otras especies de pájaros han hecho del edificio su hogar, y anidan en los tejados y en los muros.
TRÁMITES PARA LA CESIÓN DEL INMUEBLE
El edificio, propiedad de la Sociedad de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios (SIEP), se encuentra sin vigilancia desde 2018. Su rehabilitación tiene un coste de 30 millones de euros, según manifestó en el pleno municipal de diciembre el concejal de Memoria Histórica, Jesús Celemín.
En esa sesión, se aprobó por unanimidad una moción del BNG en la que se acordaba pedir al gobierno central la cesión gratuita del inmueble, algo que el Tribunal Supremo desestimó en marzo de 2020. Los litigios por la propiedad han lastrado desde hace diez años el uso y el estado de la antigua prisión, que abrió brevemente para usos culturales en la época del bipartito municipal PSOE-BNG y en la pasada legislatura, con Marea Atlántica en el poder.
En respuesta a una batería de preguntas escritas de los nacionalistas, el gobierno local indicó que “se iniciaron los primeros contactos” con el gobierno central para el traspaso del edificio, aprovechando una visita del Secretario de Estado de Memoria Histórica. Asimismo, indican que la redacción de un Plan Director de esta antigua prisión está “pendiente de una asignación presupuestaria”.
PATRIMONIO MUNDIAL DE LA HUMEDAD
Desde la entidad Proxecto Cárcere, lamentan el abandono de este bien cultural, que “no tiene el mínimo cuidado”. Así lo estima, en declaraciones a COPE Coruña, Xosé Galán, integrante de esta asociación, que alerta del “peligro” que supone el estado actual para la ciudadanía.
“Llevamos 10 años en esta situación y cada vez se incrementa el gasto”, señala en relación a una posible rehabilitación. Lamenta que las administraciones ni siquiera se preocupen por el mantenimiento del inmueble, antes incluso de abordar un posible uso.
La asociación nacida en defensa de este edificio colocó hace unos meses un cartel en la parte frontal de la cárcel. Este mensaje, todavía visible, reconoce de forma irónica a la antigua prisión como “Patrimonio Mundial de la Humedad”, un título emitido por la “UNASCO”.