Piden vallar el peligroso esqueleto urbanístico de A Coruña en el que apareció un cadáver

La Policía Nacional investiga las circunstancias que rodean al hallazgo de un cadáver en un edificio abandonado de la avenida de Fisterra, en A Coruña, El cuerpo, en estado de descomposición, fue encontrado por un grupo de chicos que se coló en ese esqueleto urbanístico. 

Estaba en la cuarta planta del inmueble. Los agentes del 091 pidieron la ayuda de los bomberos para poder bajar el cadáver y los efectivos hicieron con una autoescalera.

El avanzado estado de descomposición dificulta determinar si se trató de una muerte natural pero, en todo caso, no había signos aparentes de violencia, según confirman fuentes próximas a la investigación. La principal hipótesis es que se trata de un hombre sintecho que se resguardaba en el lugar.

Un peligroso esqueleto urbanístico

Es un esqueleto urbanístico situado entre la avenida de Fisterra y la calle Derechos Humanos.Forma parte de una promoción situada en la zona de Fontenova, que quedó a medio hacer tras la crisis inmobiliaria, cuando quebró la constructora Teconsa, y ahora es propiedad del 'banco malo'.

La alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, ha lamentado la muerte y pedido a la SAREB que tome medidas para evitar que la gente se cuele en el inmueble. “Le exigimos que proceda al aseguramiento del edificio para evitar situaciones que pongan en riesgo la vida de las personas que entran allí o puedan estar cerca”, ha señalado. “Contactaremos con ellos para que a la mayor brevedad lo hagan”.

El refugio que piden vallar desde Agrela

El edificio lleva años siendo empleado como cobijo de toxicómanos y sintecho. De hecho, en 2024, una mujer que se refugiaba ahí resultó herida de gravedad al desde por una altura de cinco metros de alto.

Desde la asociación de empresarios de Agrela, polígono en el que se ubica el inmueble, ya habían pedido el vallado del edificio. “Las incidencias que hemos tenido es porque había personas que entraban en ese edificio” y "en su día se había solicitado que la propiedad tomase medidas para que cerrase y no pudiese entrar la gente”, declara Teresa Firvida, gerente de la entidad.

Y es que “al final genera inseguridad para las personas que van por ahí andando”. De todas formas, reconoce que no es un lugar conflictivo, aunque ocurran este tipo de “desgracias” de “manera “puntual”.

Ecos de una okupación muy sonada

Hace trece años, esta zona acaparó todas las portadas y titulares después de la okupación masiva del bloque gemelo a este esqueleto. El edificio, situado justo al lado, formaba parte de la misma promoción pero, cuando se pararon las obras, estaba en un estado mucho más avanzado. En 2012, un grupo de okupas, entre los que se contaban 50 familias de Penamoa, hizo suyo el inmueble y los conflictos formaban parte del día a día.

En aquel momento, sí fue un “grave problema” que requirió de la unión de empresarios y vecinos. El edificio se cerró “pero eso no quita que los elementos se puedan quitar o saltar”, indica Firvida.

Movimientos de futuro

Desde la asociación vecinal de O Ventorrillo han pedido información al ayuntamiento para saber la situación actual en la que se encuentra el inmueble y su entorno. Aníbal Rodríguez, vicepresidente de la entidad, cree que “lo que habría que arreglar son los accesos” como “aceras o acceso a garajes”. No obstante, resalta que “sabemos que están haciendo reformas poco a poco, el que primero saldrá es el que tiene apariencia de estar en mejor estado”.

La asociación empresarial también ha visto movimientos alrededor del inmueble, tienen esperanza en que se pueda reactivar el movimiento para terminar y habitar la promoción. “La idea sería que cuanto antes se reconvierta y haya alguna actuación para que sea un edificio y pueda estar integrado adecuadamente, y no en ese estado abandonado”, comenta la gerente de la asociación de Agrela.

En su momento, desde María Pita habían pedido a la SAREB la cesión de este inmueble de ocho plantas, pero la negociación quedó en punto muerto