Voces desde Rianxo
"El fuego nos llegó hasta el jardín mientras comíamos"
Los vecinos de las parroquias rurales de Rianxo, todavía con el miedo en el cuerpo después de casi dos días rodeados por el humo y el fuego
Madrid - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Aunque el fuego estaba estabilizado ya desde media mañana y se levantó la alerta porque ya no había casas en riesgo, en Rianxo no había otro tema de conversación hoy entre mayores y pequeños. En la escuela unitaria de Rañó volvieron a clase los 7 alumnos desalojados por el humo a mediodía del martes: "no podíamos respirar" nos contaba uno de los pequeños, "a la una o así, tuvimos que marchar para casa".
Aprendieron de primera mano las consecuencias nefastas de los incendios y de nuevo en el aula, junto a su profesor pensaron en una forma de dar las gracias a todos los que fueron a ayudar contra el fuego en Rianxo: el maestro, Baltasar, nos contó que cada niño iba a preparar una letra de la palabra "gracias", para poder colocarlas después en el patio y "cuando pasen los helicópteros, mostrarle nuestro agradecimiento". No sabemos si alguno de los medios aéreos que continuaban vigilando la zona recibiría el mensaje artesanal: la guardia se mantenía porque todavía quedaban a primera hora de la tarde "puntos calientes".
SORPRENDIDOS POR EL FUEGO MIENTRAS COMÍAN
Para muestra, la finca vecina a la escuela unitaria: allí Carmen nos contó como 24 horas antes les sorprendió el fuego, que llegó hasta el jardín de su vivienda. Una amiga les alertó mientras esta anciana y su marido comían tranquilamente de que las llamas estaban alcanzando el lugar. Rápidamente se pusieron manguera en mano a refrescar el terreno y hoy mismo, mientras charlábamos, cogían de nuevo el cubo para remojar un rincón que volvía a humear.
Porque en casa de Carmen y en las casas de otros muchos vecinos de la parroquia de Leiro, volvía estos días el fantasma de la ola de incendios de 2006: "volvimos a pasar miedo, por si cambiaba el viento, por el humo..." nos decía otra residente en Or, que añadía "pero se veía que había medios, de la otra vez no había nada, ni una cuadrilla". Esperan, esta noche sí, poder dormir ya tranquilos