PATEANDO SANTIAGO
"No se puede dormir en los Laureles"
Este lunes salíamos a Patear por las calles Laureles (Loureiros) y Hospitaliño, en el casco histórico
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Ayer salíamos a Patear, como cada lunes, por la ciudad y comarca. Lo hacíamos en este caso por la zona de Laureles y Hospitaliño.
"El aparcamiento es lo más difícil. A la hora que sea. He venido a comer o a tomar una copa con amigos es lo más difícil. Estos barrios son casi medievales". Nos confiesa un peatón, que ha renunciado a buscar sitio en esta zona, así es que la recorre a pie.
No obstante, para los vecinos también se ha vuelto un quebradero de cabeza. Para los que viven aquí o los que solo vienen de visita: "É moi difícil aparcar por aquí. Os garaxes son carísimos, porque case non hai sitios por aquí e tiran polo alto. Eu pago 72 euros ao mes pola praza e outros 72 o meu home. Xa non solo por nós, senón porque aquí non nos veñen visitar porque é moi difícil aparcar". Nos reconoce una vecina que vive en esta calle.
Las pocas plazas que nos encontramos están reguladas por el sistema ORA y el vehículo tiene que rotar a las dos horas. No obstante, esta es una de las calles que se modificarán cuantro entre en vigor la nueva ordenanza: dejará de ser obligatorio mover el coche, pasado ese tiempo. Es verdad que el concejal Jorge Duarte reconoce que puede tardar un tiempo en ser efectiva, por la convocatoria electoral y la imposibilidad de celebrar un pleno antes.
Pero hay más denuncias. El ruido nocturno o los problemas parejos a la movida traen de cabeza a algún vecino. "Llevo 22 años y en principio vinimos por la tranquilidad, hasta que surgieron los problemas de ruidos. Tenemos un pub al lado de casa, la gente no causa problemas dentro, pero el problema es la aglomeración de gente fuera bebiendo y lo demás". Si es verdad que dice que antes era más grave, cuando había conciertos en directo. Se quejan de que la calle aparece sucia, con meadas y botellas, tras la fiesta.
Sobre esto han presentando quejas y denuncias en el Concello de Santiago, pero no tienen mucha esperanza: "Hay una asociación maldita para la corporación gobernante y a la que no se le hace mucho caso. Los que dicen que es algo puntual no padecen los problemas ni se ponen en la piel de los demás".
También aquí nos encontramos quejas por aceras en mal estado, irregulares y baches en la carretera. "Yo cuando salgo, tengo que ir por la carretera porque la acera etsá muy mal, desde hace tiempo".
"Es una calle abandonada", nos dice otro vecino. "El pavimento más alto que las aceras, todo bacheado y no tenemos ni fibra óptica".
También los comerciantes piden, urgen, más bien, la instalación de fibra para mejorar las conexiones a internet.