Los feriantes de la Ascensión (Santiago) denuncian problemas para instalar sus viviendas
Las atracciones de las fiestas de la Ascensión, en Santiago, empiezan a tomar posiciones en la carballeira de Santa Susana.Una de las feriantes nos cuenta cómo es su trabajo
Santiago - Publicado el - Actualizado
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Risueña como el titiritero al que cantó Serrat: así es Sabina, una leonesa que de verdad puede decir que va a todas las fiestas por Galicia adelante. Treinta años lleva recorriendo con la atracción de la familia, "La Gran Travesía" las principales citas festeiras de nuestra comunidad. Encontramos a Sabina justo a la entrada de la carballeira de Santa Susana, "su sitio de siempre" en Santiago. Están terminando de asentar el remolque y luego vendrá todo lo demás: reordenar el interior, colocar los regalos...
Sabina tiene la cabeza dividida entre los preparativos en la feria y sus viviendas, porque un año más tienen sus autocaravanas instaladas en la explanada de San Lázaro... pero están sin suministro de agua ni luz: "y hay gente que trae niños, personas mayores que a veces tienen problemas de respiración y necesitan alguna máquina... Eso es lo que más pena me da de la zona de Galicia".
Porque La gran travesía se mueve por muchos puntos de España, "Extremadura, Castilla y León... hasta Valencia hemos llegado". Y parece que es por aquí donde la vida del feriante es más complicada. De hecho, cuando le pregunto qué fiestas le gustan más de nuestra comunidad, elige la Peregrina en Pontevedra, porque allí esa parte de la logística hogareña está solventada: "nos tienen el sitio mejor ubicado, ya sabes dónde vas a ir, miran más por las familias... aunque el público responde bien en toda Galicia, nos encanta Galicia!"
"NOS GUSTA ESTA VIDA, AUNQUE ES DURA"
Sabina es de León, aunque lleva a Galicia en el corazón: tiene familia aquí y en unas fiestas gallegas, en Marín, conoció al que es ahora su marido. Tienen dos hijos ya mayores, una chica y un chico, y parece que el relevo a las riendas de "La Gran Travesía" está garantizado, porque el más joven sí que le gusta el trabajo en la feria. Ella reconoce que es duro, sobre todo mientras la gente menuda está en etapa escolar: "se divide la familia, porque la mamá se queda con los niños donde estén yendo al cole, y el marido tiene que ir a hacer las ferias... así hasta la época de vacaciones!" Con todo, asegura que le gusta mucho su trabajo "quien trabaja en las ferias es porque le gusta", asegura Sabina.
Como ella, muchos de los feriantes que despliegan estos días sus atracciones llegan a Santiago desde la Pascua de Padrón. Ella asegura que este año allí apenas sacaron para pagar los costes, a causa de la lluvia, así que cruzan los dedos y piden al Apóstol que les eche un cable en la Ascensión.
En cada concello, la tasa que tienen que pagar por instalar las atracciones varía en función del espacio que ocupan. El remolque de Sabina en Santiago supone mil euros largos, "pero no es sólo eso, tenemos que pagar los autónomos, los regalos que hacemos son también cada vez más caros" explica. De ahí que el precio de las fichas para entrar en la carrera de camellos sea este año 50 céntimos más caro. Eso sí, tienen ofertas, claro: la suya es una atracción a la que acude mucha gente "en familia", así que tienen bonos de 5 euros para dos personas, 3 cuesta el ticket si es individual.
LOS PELUCHES YA NO SON TOP
Sin necesidad de pregunta, Sabina nos revela con una sonrisa pícara cuál es el regalo estrella en su atracción: desde hace dos años, el "bombazo es el satisfayer! Normalmente la gente lo lleva por el chiste, la gracia... tanto el público femenino como el masculino. No creo que lo lleven necesariamente para usar" explica Sabina. En una atracción para toda la familia está claro que además del conocido juguete sexual el abanico de premios tiene que ser muy amplio: "a los jóvenes les gustan sobre todo los altavoces, los auriculares... pero hay también sartenes, básculas para pesar los alimentos, balones de fútbol".
¿HABRÁ COCHES DE CHOQUE PARA PEQUES?
Diez días quedan para que arranquen las fiestas de la Ascensión, pero a día de hoy la duda es si habrá coches de choque para peques en la carballeira, porque el remolque que transporta esta atracción se ha quedado atrapado en el barro y ni una grúa de grandes dimensiones ha conseguido moverlo.
Esta mañana muchos feriantes estaban azada en mano, aplanando las parcelas para instalarse y que todo esté listo para el inicio de la fiesta: "el terreno no está adecuado y la lluvia que cayó nos fastidia bastante", explica uno de ellos a Cope Santiago.
Desde lo alto de la carballeira, la noria gigante empieza a extender sus enormes brazos. En unos días, formará parte un año más de la línea del horizonte santiagués y entonces sí, no habrá dudas de que Compostela está en fiestas.