La 'Sibila' de Velázquez estará "de visita" por Lugo desde hoy hasta el 7 de julio

El Museo Provincial de Lugo expondrá la obra Sibila, de Diego Velázquez, entre el 10 de junio y el 7 de junio de este 2024, dentro del proyecto cultural "El arte que conecta", promovido por el Museo Nacional del Prado.

La inauguración oficial de la exposición temporal será este lunes a las 19:00 horas.

"Un hecho absolutamente relevante"

La diputada de Cultura, Iria Castro, destacó que "el Museo Provincial de Lugo es el único de Galicia" que forma parte de este proyecto, lo que supone "un reconocimiento al trabajo que se está desarrollando en los museos provinciales", pero también "una oportunidad para seguir avanzando en la proyección estatal e internacional" de la propia entidad e incluso de "la ciudad y de la provincia a partir de sus recursos patrimoniales y culturales".

Por su parte, la directora del Museo Provincial de Lugo, Aurelia Balseiro, ha incidido en el hecho "absolutamente relevante" de que una obra como la Sibila de Diego Velázquez vaya a estar expuesta durante aproximadamente un mes en la capital lucense, gracias a la colaboración de esta entidad con el Museo del Prado.

"Este acuerdo con el Museo Nacional del Prado, además de una repercusión importantísima a nivel internacional, supone reforzar la vinculación de ambos museos".

Recordó que, probablemente, "será la única obra de Velázquez expuesta en Galicia durante un tiempo determinado", lo cual es un "hecho absolutamente relevante", que jusficaría que "se formasen colas a la entrada".

"Hablamos de una obra que solo puede verse en el Prado. Que escogiesen el Museo Provincial de Lugo indica que la dirección confía muchísimo" en esta entidad, "gracias al trabajo de cooperación y colaboración como depositarios de obras suyas" desde hace muchos años.

La Sibila, una obra con misterio

La Sibila que se expondrá en Lugo es un óleo sobre lienzo de 1632, probablemente inacabado, que fue pintado por el artista más importante del Siglo de Oro español.

La primera referencia conocida a este retrato data de 1746, cuando se levantó el inventario de las pinturas del Palacio de La Granja. Allí se atribuyó a Velázquez, y se identificó con su misma mujer, es decir, Juana Pacheco. Se especifica también que lleva una tabla en la mano.

El interés por vincular retratos anónimos con la biografía de sus autores fue frecuente durante los siglos XVIII y XIX, y del mismo no se salvó Velázquez, cuyo rostro, el de su mujer y el de sus hijas se quiso reconocer en varias de sus obras.

En cualquier caso, independientemente de que pueda estar basada en un personaje real, la pintura tiene un contenido que trasciende el campo del retrato y apunta al género histórico. Los datos para la identificación de su tema son la condición femenina del personaje, su colocación de perfil, su mirada fija al frente y el objeto que porta.

A falta de conocer el contexto originario para el que se hizo la obra, los elementos que aparecen en ella sugieren que se trata de una de las sibilas, personajes de la mitología grecorromana a los que se adjudicaban poderes adivinatorios, y que fueron adoptados por el pensamiento cristiano, que consideraba que habían anticipado la llegada de Cristo. El objeto que porta estaría destinado a representar sus premoniciones.

Aunque a veces se ha identificado con una alegoría de la historia o de la pintura, éstas suelen ser más explícitas, mientras que los elementos que contiene eran suficientes como para que cualquiera pudiera relacionarla con una sibila.