El Breogán de Lugo celebró su partido número 900 en la máxima competición pero la fiesta se truncó

Lo que debería haber sido una celebración terminó como uno de los peores partidos que el Breogán podría haber jugado, cayendo 77-81 ante el Lleida.

Mrsic, el "director de orquesta celeste", quien había mostrado una dirección impecable en el reciente encuentro contra el Joventut, falló en decisiones clave esta vez. Muchos aficionados cuestionaron que sacara de la cancha a Davis, quien estaba jugando en un buen momento, mientras que la entrada de Sakho en los minutos finales resultó especialmente cuestionable.

Además, Moore, llamado a liderar en los momentos críticos, tampoco consiguió capitanear al equipo con la eficacia necesaria, y su falta de control en las jugadas finales solo vino a sumar más errores en un partido crucial. Tal vez el único a salvo de las críticas sea Darrun Hilliard, quien ofreció una actuación sobresaliente con números impresionantes, aunque su esfuerzo, lamentablemente, no bastó para alcanzar la victoria.

Hasta el final, con solo unas décimas en el marcador y el partido ya prácticamente perdido, el entrenador croata intentó pelear por el basket-average, anticipando un posible enfrentamiento contra el Lleida en la lucha por el descenso. De momento, los catalanes se llevan la ventaja, con el 77-81 como marcador final.