Plácida Iglesias: más de un siglo de vida, risas y recuerdos en Friol

Plácida Iglesias, vecina de Friol, ostenta el título de ser la friolense de mayor edad y, recientemente, ha celebrado su cumpleaños número 106. Este es un logro extraordinario que pocas personas alcanzan, y lo hace conservando el buen humor que siempre la ha caracterizado.

En compañía de su hijo, su nuera y sus nietos, Plácida fue homenajeada el pasado domingo con una celebración cuya alegría estuvo a la altura de su longevidad. Rodeada de familia y un nutrido grupo de amigos, la fiesta tuvo lugar en el Restaurante Roimil, un local conocido por ser el escenario de muchas celebraciones en la zona y también un templo gastronómico.

La memoria viva de una era

Plácida se mantiene relativamente bien para su edad. Cada día se levanta y camina por su hogar con el apoyo de un andador, lo que no le impide compartir con entusiasmo sus recuerdos de antaño y sus vivencias. 

Nació en la parroquia de Trasmonte, Friol, en 1919. A los 32 años, recién casada, se trasladó a vivir a Lugo, donde formó una familia junto a Jesús Méndez, su esposo, de quien enviudó hace más de 40 años.

Su hijo, también Jesús Méndez, conocido popularmente como Suso Ramada, ha sido su apoyo incondicional junto con su mujer 'Teruca' en los últimos años.

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Plácida sigue cantando como nunca

Durante sus años en Lugo, Plácida vivió hasta los 95 años, momento en el que decidió volver al lugar de su infancia, donde reside actualmente. A pesar de los años, todavía conserva su memoria, siendo capaz de cantar canciones como la famosa "A Capadora", que pocos recuerdan y que ella atesora con cariño.

La celebración de una vida

En la celebración, la música fue parte central del ambiente festivo, con gaiteiros de la Asociación Cultural Xestaverde que animaron el evento. Plácida, jubilosamente, también se unió a la melodía con sus propias canciones, creando un momento mágico que mantuvo viva la esencia de su enorme legado. 

Plácida Iglesias es, sin duda, un tesoro viviente, símbolo de una época que ha dejado huella en todos aquellos que han tenido el privilegio de conocerla. Su vida, marcada por el amor y las experiencias, nos recuerda la importancia de valorar cada momento y los lazos familiares que perduran a lo largo del tiempo.