La gallega que supervisa el montaje de eólicos por media Europa: "Quería ser arquitecta estrella"
Camino Lamas es natural de Sada y se formó en arquitectura en A Coruña. Cuando salió de la carrera no se imaginaba que acabaría siendo la supervisora de eólicos en medio mundo
Santiago - Publicado el - Actualizado
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Cuando estudió arquitectura en A Coruña soñaba con trabajar en un gran estudio: "ser una arquitecta estrella y ganar premios". Y aunque la vida le ha llevado por otros derroteros, ha acabado cerca de las estrellas, en las alturas.
Camino Lamas abriendo camino. Es una joven natural del Ayuntamiento coruñés de Sada. En 2017 comenzó su experiencia laboral. Se familiarizó con control de obras en distintos proyectos internacionales y en diferentes empresas que la llevaron a Italia o Finlandia, hasta que, en 2022, ligó su futuro al sector de las energías renovables y a los parques eólicos, en particular.
Ella no iba para esto, nos reconoce entre risas. Cuando cursó la solicitud de trabajo en su empresa, Siemenes Gamesa, no sabía muy bien en qué consistiría: "Yo no sabía ni que existía cuando empecé. A la chica que me contrató yo le decía que no tenía ni idea de en qué consistía este puesto". Pero, el tiempo y sus conocimientos fueron dándole las claves
POCAS MUJERES EN SU SECTOR
Y ahora puede decir, con orgullo, que se ha convertido en la primera mujer supervisora en la historia de Alemania y Norte de Europa de su empresa: "Los españoles siempre pensamos que vamos más atrasados que el resto y no... en mi rol no hay más mujeres. En otras posiciones sí que las hay, pero encontrar una mujer en obra y, además, en esta industria, no es lo normal".
Comparte con nosotros las imágenes de la primera vez que subió a una turbina: vistas impresionantes desde las alturas y una gran sonrisa.
Camino ha pasado por varios países supervisando el montaje de los molinos: Alemania, Dinamarca o Escocia la han visto trabajar: "Ahora mismo mi país de destino es Alemania, aunque me trajeron hace poco en Escocia, estamos en un proyecto de correctivos mayores, esto quiere decir que cambiamos grandes componentes. Por ejemplo, ahora mismo estamos cambiando los rodamientos de las palas en un parque".
Reconoce que echa de menos a los suyos, pero la organización del trabajo le permite volver a Galicia con frecuencia y aprovecha también para viajar y conocer mundo. Y es que Camino trabaja diez horas al día y seis días a la semana. Es decir, hace sesenta horas semanales y, para contrarrestar esa excesiva carga, cada veinte días tiene diez jornadas libres.
DIFERENCIAS DE TRABAJAR EN ESPAÑA Y OTROS PAÍSES DE EUROPA: ¿CALIDAD DE VIDA?
Le preguntamos por la calidad y nivel de vida de España, en comparación con los otros países donde ha estado y tiene claro que "como en España, en ningún sitio. Tiene que ver con las horas de sol y la cultura de estar más fuera de casa y pasar tiempo con amigos. Aquí hay más cultura de trabajo e ir a casa después de trabajar".
De momento este oficio no la ha traído a Galicia, pero: "Me encantaría. Me haría mucha ilusión que, en algún momento, me dijeran que tengo un proyecto en Galicia. Galicia es un sitio increíble, a lo mejor es que yo lo idealizo, pero no se está tan mal como se cree".
Desde la Asociación Eólica de Galicia recuerdan que este sector, en la comunidad, genera unos 5.500 empleos entre directos e indirectos. Eso sí, no hay posibles estimaciones sobre cuántos gallegos trabajan en este sector fuera de Galicia. Camino nos asegura que le ha sorprendido encontrarse a tantos paisanos: "hay muchísimos gallegos montando eólicos, me llama la atención que muchos son de la zona de Muros y Noia, así que siempre es una buena noticia dar con ellos porque generamos comunidad".