Alerta por el auge de los cannabinoides sintéticos: indetectables y con efectos devastadores para la salud
El experto en adicciones, Manuel Isorna, explica en COPE el origen de estas drogas que se venden camufladas en productos de venta común como ambientadores de coche o hierbas aromáticas

Entrevista: Manuel Isorna, experto en adicciones
Pontevedra - Publicado el
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Una creciente preocupación emerge en el ámbito de las adicciones ante la proliferación de los cannabinoides sintéticos, drogas de laboratorio cada vez más presentes en el mercado ilícito. Manuel Isorna, profesor en la Universidade de Vigo y experto en conductas adictivas, alerta en COPE Pontevedra sobre la naturaleza indetectable y los graves riesgos para la salud de muchas de estas sustancias.
drogas de laboratorio
Según Isorna, la génesis de estos compuestos radica en la investigación farmacéutica, en la búsqueda de medicamentos basados en las propiedades de la planta de cannabis. Mientras que el cannabis contiene alrededor de 60 cannabinoides, siendo el THC el principal psicoactivo, la industria farmacéutica explora la modificación de estas moléculas para que actúen en áreas específicas del cerebro con fines terapéuticos. Sin embargo, gran parte de estas modificaciones resultan en compuestos con más efectos secundarios que beneficios, siendo descartados para uso médico aunque después acaban siendo usados con fines ilícitos.
drogas muy potentes y dañinas
Es aquí donde entran en juego empresas químicas, principalmente de origen indio y chino, quienes toman estas fórmulas y las producen a gran escala para el mercado ilegal de todo el mundo. Una de las características más alarmantes de los cannabinoides sintéticos es su elevada potencia. Al estar diseñados para interactuar con receptores cerebrales muy concretos, incluso dosis mínimas pueden generar efectos muy intensos y peligrosos para sus consumidores.
La distribución de estas sustancias se realiza de manera sigilosa, principalmente a través de los puertos del Mediterráneo. Ingresan camufladas en cargamentos de pinturas o disolventes, lo que las hace indetectables para radares y perros policía. Una vez en territorio europeo, estas sustancias líquidas se pulverizan sobre hierbas para su venta . Para enmascarar su verdadera naturaleza y eludir controles, se comercializan como incienso o ambientadores para coches, incluyendo advertencias engañosas como "no apto para el consumo humano" y "manténgase fuera del alcance de los niños".
el reto de la detección de las drogas sintéticas
Un aspecto particularmente problemático señalado por el experto es la dificultad para detectar estos cannabinoides sintéticos. No solo son difíciles de rastrear en los controles aduaneros, sino que también suelen pasar desapercibidos en los análisis toxicológicos estándar realizados en hospitales. Esta situación provoca que muchos casos de urgencias médicas relacionadas con su consumo no se identifiquen correctamente, siendo dados de alta los pacientes sin conocer la causa real de su intoxicación. Esta dificultad en la detección también se menciona en el Informe 2024 del Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones (OEDA) respecto a las nuevas sustancias psicoactivas en general, señalando que su registro en urgencias hospitalarias es complicado debido a la falta de conocimiento de los usuarios sobre lo que han consumido. El OEDA destaca la importancia del Sistema Español de Alerta Temprana (SEAT) para el seguimiento de estas nuevas sustancias.
drogas que no están calificadas como tal
Además, existe una laguna legal que dificulta la persecución de los productores y distribuidores. Constantemente modifican la estructura molecular de estos compuestos, lo que obliga a las autoridades a ir actualizando las listas de sustancias prohibidas en un juego continuo del "gato y el ratón".
Manuel Isorna advierte sobre el incremento del consumo de estas sustancias, especialmente en grandes festivales de varios días de duración. La potencia de los cannabinoides sintéticos genera una sobreestimulación del sistema nervioso central, lo que puede desencadenar brotes psicóticos e incluso se han registrado casos de muerte asociados a su consumo, un escenario mucho menos probable con el cannabis natural.