Caballero pide la dimisión de Diego Calvo por su respuesta sobre Balaídos como posible sede del Mundial

Siguen ardiendo las brasas de las designaciones de las ciudades y estadios sede del Mundial 2030 que se celebrará en España y que levantó polémica en Galicia por la elección de Riazor y A Coruña y no de Vigo y Balaídos, provocando la queja y el malestar del alcalde vigués Abel Caballero. Este martes, el regidor olívico contestaba a unas palabras del presidente de la RFEF, el pontevedrés Rafael Louzán, en las que apuntaba que Vigo todavía tiene opciones de ser sede y que la dificultad venía dada por el aforo del estadio Municipal de Balaídos. 

Caballero acusaba a Louzán de mentir, ya que según el mandatario vigués, les alegaron problemas de financiación. Recuerda que el proyecto sobre el estadio del Celta proponía un aforo de 43 mil espectadores, similar al de otras ciudades. Y sobre la financiación, el alcalde pone en valor que Vigo tiene deuda cero, a diferencia de otras sedes del campeonato organizado por la FIFA. Caballero anunciaba además que enviaba una carta al presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, para que este insistiera a la RFEF en que diera publicidad al proceso de selección de los estadios mundialistas.

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Cuenta oficial de Diego Calvo

Caballero solicita la dimisión de Diego Calvo

La respuesta de la Xunta a esa carta, remitida por Diego Calvo, conselleiro de Presidencia, Xustiza e Deportes, es la que ha abierto la caja de los truenos entre Concello de Vigo y el gobierno autonómico gallego este miércoles. Abel Caballero se mostró indignado por una frase de la carta que hablaba de la "ausencia de influencia del gobierno local". La ve como intolerable e inadmisible y por ello exige el cese de Calvo de su cargo. 

Según Caballero, esa sentencia de Calvo indicaría que las sedes se habrían adjudicado por influencias y no por una convocatoria pública que tuviese en cuenta los méritos de forma objetiva. Fuentes del conselleiro consultadas por esta casa explican que esa frase se refiere a que la pelea en su día de cada Ayuntamiento por ser sede era clave a la hora de la elección y no a influencias ocultas.