El Seprona disuelve una rave ilegal en monte Castrove

El Seprona disolvió este fin de semana una fiesta "rave" ilegal que tuvo lugar en el Monte Castrove a muy pocos metros de unos petroglifos. La fiesta, que comenzó el sábado por la mañana, fue descubierta por ciclistas que frecuentan la zona. Testigos presenciales informaron de la presencia de una carpa, altavoces de gran potencia y una barra donde se servían bebidas.

La Asociación para a Defensa del Patrimonio Cultural Galego (Apatrigal) denunció la situación en las redes sociales, alertando sobre el riesgo que representaba para la Capilla de Santa Mariña y los petroglifos catalogados, ubicados a solo 10 metros del lugar de la fiesta. La asociación destacó que cazadores, corredores, ciclistas y buscadores de arte rupestre que se oponen a los parques eólicos aprobados en la zona también se sorprendieron al encontrar la "rave".

Carlos Fernández, presidente de Patrigal, explicó en una entrevista en COPE Pontevedra que la celebración de eventos de este tipo en zonas de protección patrimonial requiere la autorización de la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Xunta de Galicia. Fernández señaló que, independientemente de la legalidad de la fiesta, cualquier actividad que se lleve a cabo cerca del patrimonio debe contar con el permiso de las autoridades competentes.

“En lo referente al patrimonio, lógicamente, cualquier actuación, intervención o fiesta que se realice en el entorno de protección del patrimonio debe contar con la autorización de la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Xunta de Galicia”, afirma Carlos Fernández.

El presidente de Patrigal añadió que la autorización se concede cuando se presentan medidas para preservar el patrimonio. Puso como ejemplo el Rally Rías Baixas, en el que se colocaron sacos de arena cerca de un crucero para protegerlo en caso de accidente.

“Lo que hace Patrimonio es decir: bueno, con esta precaución de colocar sacos frente al crucero o, en el caso de los petroglifos, acordonarlos o algo similar, se autoriza esa actividad porque se preserva el patrimonio”.

Carlos Fernández también alertó sobre los riesgos que este tipo de fiestas suponen para el patrimonio cultural, especialmente cuando hay alcohol y otras sustancias implicadas. “La gente pierde el control y puede hacer cualquier tontería con un petroglifo o una mámoa, algo así”, comentó.

La Guardia Civil, a través del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), se desplazó al lugar el domingo por la mañana y fue la encargada de disolver la fiesta.