El fallo que cometes, sin darte cuenta, al hacer el Camino de Santiago y que tiene graves consecuencias: "Desastrosas"

Plumero, plumacho o flor de La Pampa. Son algunos de los nombres que recibe esta especie invasora procedente de Argentina, de ahí su nombre, y a cuya expansión algunos peregrinos están colaborando inconscientemente, con lo que eso supone para la flora gallega.

La voz de alarma la ha dado Galicia Ambiental  y su presidente, Benito García, quien explica que, al igual que el plumacho por el territorio gallego, se está expandiendo entre los peregrinos la costumbre de arrancarlo en su trayecto hacia Santiago y llevarlo en sus mochilas.

"Con eso lo único que están haciendo es expandir la semilla de la hierba de La Pampa a lugares del interior que antes no tenían esa semilla y ahora nos estamos encontrando plumachos en zonas de viñedo que son atravesados por el Camino de Santiago", ha explicado Benito García en COPE.

LA LLEGADA

El plumacho, explica Benito García, básicamente es una especie invasora. Durante muchos años ha tenido una introducción lenta. Seguramente su semilla llegó a Galicia mezclada con los cargamentos de cereal procedentes de Argentina que importaba el régimen de Franco después de la Guerra Civil. 

Después, hubo una introducción masiva por parte de la concesionaria de la Autopista del Atlántico, cuando se realiza su construccción, en el tramo entre Santiago de Compostela y A Coruña. Se decidió entonces utilizarla en las medianeras para evitar deslumbramientos de los conductores a causa de los faros de los vehículos que vienen de frente, pero en aquellos momentos aún no era una especie invasora o no se había declarado como tal. 

"Con su proliferación a lo largo de Galicia, especialmente de la Galicia costera, y al oeste de la autopista que une Ferrol con Tui hasta el océano Atlántico se va produciendo su expansión", señala.

"Se trata de una planta que se reproduce a través de la semillla que desprende ese plumacho de imagen tan espectacular que en algunos casos ha hecho que se utilizase como elemento decorativo en bodas, en festivales, en diversas celebraciones, pero esa planta escondía diversos problemas: por un lado la conquista del territorio anulando el crecimiento de otras especies autóctonas, y por otro, como todas las especies invasoras, su gran capacidad para reproducirse. Y así es como va colonizando nuevos territorios, conduciéndose fundamentalmente a través de la AP-9", relata

consecuencias

"Desastrosas", resume García. "Fundamentalmente la gran consecuencia es la pérdida de biodiversidad y ahí va ya encerrado toda la problemática". 

Lo curioso es que la expansión de esta especie se produce por carreteras y vías de tren. El nuevo trazado del AVE está contribuyendo a ello, por ejemplo. Y las nuevas vías rápidas que vertebran el territorio gallego, más de lo mismo. Expiden ante la planta un terreno abierto que conquistar, y ahora está llegando al este, "a lugares donde antes no estaba presente", como sucede con otras especies invasoras como la mimosa, que se aposenta sin que nadie lo espere en los terrenos afectados por incendios forestales, sobre todo en Ourense.

El papel de los peregrinos

"Las vías de comunicación, o las formas de comunicación, cualesquiera que sean, contribuyen de forma notoria a la expansión de la semilla", explica García, consciente de que eso precisamente son las diferentes rutas xacobeas que conducen a Santiago. Y si los peregrinos deciden portar esta planta en sus mochilas, la posibilidad de que siga conquistando territorio es más que plausible.

"Son costumbres, yo diría, directamente que estúpidas, de algunas personas que hacen el Camino de Santiago, donde hay una alta densidad de plumero que, evidentemente, cuando lo ven en los meses de octubre o noviembre, que tiene un aspecto espectacular, voluptuoso, bonito, pues han cogido esa estúpida costumbre, porque no tiene otra palabra, de casi crear una nueva tradición. Y es coger un plumacho y meterlo en la mochila", afirma contundente el presidente de la asociación. 

"Fundamentalmente este problema nos lo encontramos en el Camino Portugués, también en el Camino Marítimo que parte de A Coruña y Ferrol, en localidades como Miño, y ya también en la costa norte en el camino que viene de Asturias y que penetra a través de A Fonsagrada, en Lugo. Lugares que no tenían ni una sola planta y que empiezan a tener presencia esta planta en los bordes del camino.", señala.

La conclusión es obvia, peregrino. Por muy bonita que te parezca esta planta, evita sacarla de donde está, pues su capacidad de reproducción es meteórica, y las consecuencias para la flora gallega, potencialmente un desastre.