¿Nos roba el otoño la Navidad?

Estamos todavía arrancando el mes de octubre y no es infrecuente contemplar colas de gente a las puertas de algunas administraciones de lotería en busca de la suerte del sorteo del 22 de diciembre. En los supermercados se amontonan las tabletas de turrón y las cajas de polvorones y encontrar mesa para organizar la cena de empresa de Navidad comienza a complicarse. ¿Nos están robando el otoño?

"Pues un poco parece que sí", ha dicho en COPE la  presidenta de la sección de psicología de la intervención social del Colegio Oficial de Psicología de Galicia, Guadalupe Oroña Quintáns, que no descarta que esta situación tenga consecuencias piscológicas.

CONSECUENCIAS

"Tiene consecuencias en el sentido de que estamos menos conectados con el presente. O sea, nos estamos perdiendo parte de nuestra vida. Estamos desconectados. Estamos como proyectados en el futuro todo el tiempo. Buscando estímulos futuros que que nos proyecten. Y dejamos realmente de vivir el presente que es el que el que tenemos ahora mismo", reflexiona.

Podemos culpar a las intensas campañas de marketing del comercio o a los anuncios que hace el Vigo el alcalde, Abel Caballero, que este año comenzó a instalar su millones de luces led en pleno julio, pero parte de la responsabilidad es nuestra.  

"Solemos enfocarnos bastante en esas épocas que consideramos especiales porque suponen vacaciones, encuentros familiares, de amistad. Son épocas de ilusión, de desconexión. Y también épocas en las que salimos de la rutina. Y ese tipo de épocas se llevan un poco nuestra atención, a pensar en esos eventos futuros ¿Por qué? Pues porque muchas veces son eventos gratificantes que nos causan bienestar, que nos dan ilusión, que nos que nos hacen salir un poco de la rutina diaria y eso pues hace que de alguna forma pues nos saltemos el otoño, que lo tomemos más como una estación de de transición, donde nos preparamos para lo que va a venir y no lo vivimos tan intensamente, como puede ser, por ejemplo, el verano o la Navidad", añade la doctora. 

UNA ESTACIÓN PARA PLANIFICAR

En esas circunstancias, hemos convertido el otoño en una estación de planificación, asegura, una tiempo que dedicamos a planear lo que viene, "para tener todo un poco atado y evitar luego ese estrés y esa ansiedad pues que supone la época de Navidad también".

Todo lo anterior nos impide disfrutar del otoño "aquí y ahora, con sus propias características", señala la doctora Oroña, quien no descarta que este fenómeno contribuya a esa sensación de que el tiempo pasa muy rápido que se da en las personas adultas, justo al revés que en los niños.

"Parece que sí, que salimos de verano y que ya no queda nada para Navidad. Se nos hace muy corto aunque el tiempo es el mismo porque son los mismos días. Parece que se nos hace muchísimo más corto el otoño que otras épocas. Y eso tiene que ver con la edad y tiene tiene que ver también con las emociones que estemos experimentando", explica para añadir que sucede todo lo contrario en los niños.

EL CONSEJO

¿Y qué deberíamos hacer? ¿Cuál es el consejo de la doctora Oroña? "Lo ideal es estar un poquito más conectado con el aquí y ahora, con el presente, disfrutando cada momento, eso aporta mucho bienestar psicológico. Porque realmente nos pasamos la vida proyectados en un tiempo futuro que nos crea unas expectativas con respecto a ese tiempo futuro que no sabemos si va a ocurrir ni si va a ocurrir como esperamos que ocurra y nos estamos eh perdiendo el presente", concluye.