Chaqué, langostinos y una frase de Karl Marx: así fue la boda por todo lo alto de Alberto Garzón

Alberto Garzón, coordinador federal de Izquierda Unida (IU) y Ministro de Consumo del Gobierno de España se dio el "sí quiero" con su novia Anna Ruizeste un sábado de agosto de 2017 en la localidad de Cenicero (La Rioja). Tras la ceremonia, los novios y los invitados, alrededor de unas 200 personas, se desplazaban al municipio de Laguardia (Álava) para disfrutar del banquete en el restaurante La huerta vieja de Bodegas Riojanas, de la Denominación de Origen Calificada Rioja y que en aquel momento ya cotizaba en bolsa.

Ver esta publicación en Instagram Y concluyeron que todo soñador desea también volar. Foto de @josutorrealdayphoto Una publicación compartida de Alberto Garzón (@agarzoniu) el 28 Ago, 2017 a las 12:38 PDT

POLÉMICA POR EL PRECIO DEL MENÚ

El precio del menú de la boda se llegó a cifrar en 309 euros y Garzón tuvo que defenderse desmintiendo las informaciones publicadas, "precios tres veces por encima del real", aseguraba entonces. Se cifraba el coste total de la boda en 100.000 euros, muy criticada y calificada de "burguesa".

Alberto Garzón vistió como un ‘gentleman’, con una semilevita ‘redingot’ en azul índigo, coordinado con chaleco cruzado con solapa y pantalón grises, corbata en el mismo tono de color azul y pañuelo blanco.

Ver esta publicación en Instagram Mañana volvemos al Congreso, pero ¿por qué iba a subir una foto de Rajoy ✉️ si tengo esta otra? �� Foto de @josutorrealdayphoto Una publicación compartida de Alberto Garzón (@agarzoniu) el 29 Ago, 2017 a las 1:10 PDT

LOS DETALLES DE LA BODA

Tanto Alberto Garzón como su esposa quisieron mantener los detalles de la boda en el más absoluto secreto pero trascendió que el menú principal estuvo compuesto de carpaccio de ternera con virutas de queso parmesano, saquitos de langostino en salsa americana, pastel de puerros y gamas en salsa de queso, gambas de Huelva, bogavante horneado con vinagreta en su jugo, sorbete de mandarina y solomillo de ternera a la brasa. Como broche final, una copa de cava y pirámide de chocolates con helado de vainilla.

Antes un cortador de jamón ha deleitaba a los presentes, que también han degustaban lágrimas de salpicón, chupito de sopa fría de espárragos de navarra, cucurucho de mouse de hongos y topping de pipas tostadas, cubito de bacalao en tempura, salmorejo con helado de aceite de oliva, cuchareta de pulpo a la gallega y conserva de huevo roto.

Ver esta publicación en Instagram El de ayer fue un día de enorme felicidad. Quiero daros a todas las gracias por las muestras de cariño que habéis dado estos días. Hicimos un acto humilde y lo más discreto posible, y conseguimos estar rodeados de la gente a la que queremos. Esa gente se portó de escándalo con nosotros. Desde la ceremonia hasta el final hemos tenido los nervios a flor de piel, recordando a las personas que ya no están y también construyendo un futuro de esperanza. Familiares y amigos hicieron del día de ayer algo verdaderamente especial y bonito. (Foto de @perismencheta) Una publicación compartida de Alberto Garzón (@agarzoniu) el 27 Ago, 2017 a las 1:40 PDT

En el aperitivo, los botellines de cerveza se distribuyeron en cubos bajo una frase en la que se hacía un guiño a Karl Marx: "El motor de la historia es la lucha de clases... y la cerveza".

Alberto Garzón escribío entonces sobre su boda "hicimos un acto humilde y lo más discreto posible".

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