Cocineras solidarias de Logroño: 120 raciones al día para los que más lo necesitan

Son 115 mil menús los que se reparten al año de forma solidaria . 115 mil menús para las 2.500 personas que hacen cola o han hecho cola alguna vez frente a las puertas de la Cocina Económica de Logroño. Solo 120 de ellos pasan en cada turno, no hay sitio para más, por lo que varios minutos antes de que se abran las puertas ya hay varias personas esperando. De esas 120 personas hay que sumarles las 60 familias con niños que cada día reciben un tupper de la Cocina, los niños tienen ese privilegio.

Son decenas de kilos de comida cada día que preparan 5 cocineras repartidas en turnos de mañana, tarde y fin de semana. Entre ellas está Kosta, lleva varios años trabajando en estos fogones solidarios. Preparan los menús con tiempo, agendados días antes para que no falte de nada, y encienden los fuegos muy temprano. El tiempo es crucial, hay mucha gente a la que alimentar y “todo lo hacemos a mano”, explica, “empezamos a las siete y media de la mañana”.

El menú de hoy han sido patatas con berza y albóndigas con tomate, está pensado para que cunda bien y de para repartir toda la comida que tienen que repartir: “la carne viene de muy buena calidad, empezamos temprano a preparar las albóndigas, las salsas, las patatas...”.

Se tienen en cuenta algunas alergias, se puede consultar en la cocina. Además, algunas personas con necesidades especiales también son atendidas de forma personalizada, sobre todo aquellos enfermos que necesitan que les pasen la comida o que no pueden tomar determinados alimentos. Kosta y sus compañeras piensan en todo: “Mañana es vigilia, daremos huevos fritos”.

COMIDA SOLIDARIA PARA LOS MÁS NECESITADOS

Raquel lleva 18 años cocinando la comida que se entrega a los necesitados, ella podría trabajar de cocinera en cualquier otro restaurante pero esto “tiene algo” que le aporta más que cualquier otra cosa: “a mi me gusta lo que hago”.

Entre las 12:30h y las 13:00h comienza el servicio de comidas y las personas vienen con un ticket que les permite el paso al comedor. Para poder comer aquí, el comedor solo te exige saber quién eres y venir en buenas condiciones, es decir, sin causar problemas.

Para eso, la policía colabora cada día para que todo vaya bien. Aun así, normalmente no hay ningún problema y las cosas fluyen como un engranaje solidario bien engrasado, al fin y al cabo, tienen 120 años de experiencia.