David Ceballos, es uno de lospocos pastores trashumantes que quedan. Con su estabulación habitual en Santo Domingo de la Calzada desde 2015, comparte en COPE Rioja su angustia y frustración frente a los crecientes ataques de lobos en la sierra riojana.

David tiene 39 años y dejó su empleo en el sector de la seguridad en Santander para dedicarse a la ganadería, apostando por una vida "más tranquila", y así aterrizó en Santo Domingo de La Calzada para poner en marcha desde cero una explotación ganadera de ovejas.

MASTINES

Hoy, cuenta cómo en la madrugada del domingo al lunes encontró una de sus cabras muerta, víctima de un ataque de lobo. David explica que, aunque dispone de mastines para proteger su rebaño, la niebla y las condiciones adversas del tiempo facilitan los ataques. “El rebaño no siempre puede cerrarse por completo, lo que aumenta el riesgo”, señala.

TRASHUMANCIA

En octubre, David, cogió a sus cerca de mil ovejas de carne de su estabulación habitual de Santo Domingo y se las llevó a Matute, tenía pensado volver en septiembre pero teme que va a tener que regresar antes. La situación es tal que considera adelantar su trashumancia de regreso a Santo Domingo de la Calzada, inicialmente prevista para el otoño, para evitar más pérdidas.

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En La Rioja, otros ganaderos reportan ataques constantes del lobo en zonas como Mansilla y Viniegra de Abajo. Los ataques al ganado en la sierra riojana se suceden cada vez más y los propietarios de las explotaciones achacan los daños a la mayor presencia del lobo en los montes. El lobo es un depredador que cada vez habita más zonas.

Del ganado muerto por el ataque de un lobo apenas quedan sus restos óseos; otras veces, ni siquiera se localiza al animal atacado, esto es un problema para el ganadero por no poder percibir luego la compensación.

Según el último censo que manejaba el Gobierno regional, entre 2021 y 2022, existían cuatro grupos reproductores con un rango de entre 18 y 38 lobos, por lo que en la actualidad es muy probable que el número de ejemplares haya aumentado. No hay un número claro total de bajas de animales certificadas como ataques de lobo en los últimos años.

ATAQUES LOBO

A finales del pasado mes de diciembre, la organización agraria ARAG-ASAJA apuntaba a que entre 2005 y 2022 los daños al ganado por ataques de lobo afectaron a 5.451 cabezas, la mayoría de ovino, pero también de bovino y equino; mientras que el número de ataques certificados fue de 1.864.

David Ceballos cree necesario implementar un control sobre la población de lobos, “no estamos en contra del lobo, pero necesitamos medidas que permitan una convivencia viable. De lo contrario, nuestra actividad se vuelve insostenible”, afirma con determinación.