Un padre de dos personas dependientes relata cómo vivió el confinamiento: "No siento amargura"
Luis Antonio Gómara fue presidente de ASPACE durante 12 años y es padre de Lucía y Fermín

Luis Antonio Gómara, de 83 años, en el estudio de Cope Navarra.
Pamplona - Publicado el
2 min lectura
Luis Antonio Gómara es padre de dos chicos dependientes: Lucía (de 45 años y con 97% de discapacidad) y Fermín (35 años y un 91% de discapacidad). Fue presidente de ASPACE Navarra durante 12 años. En el momento que llegó el confinamiento, Lucía y Fermín se quedaron sin sus terapias en ASPACE y Luis Antonio y su mujer hicieron todo lo posible para que sus hijos no notaran esa falta.
Luis Antonio tenía entonces 78 años; su mujer, 77. Ambos se quedaron al cargo de estos dos hijos (Lucía y Fermín) sin ninguna ayuda. “Con mucho temple y bastante coraje. Pero ya estábamos entrenados, porque desde que nacieron, hemos vivido muchas situaciones difíciles”. Así afrontó este matrimonio el confinamiento con dos personas absolutamente dependientes. “Dando cara y afrontando la situación lo mejor que se pueda. Estamos para ellos”.
El confinamiento, a Luis Antonio le pilló de improviso. Se encontraba paseando con su hijo cuando una vecina le grito: “¡A casa, a casa! Él se sorprendió, porque no se había enterado bien de lo que tenía que hacer. “Me quedé perplejo. Luego me di cuenta de qué suponía esto”.
Sin embargo, hay algo que Luis Antonio no entendía. “Yo veía que unos vecinos podían pasear con sus mascotas y yo no podía salir con mi hijo”
A la que más afectó el confinamiento fue a Lucía. Al paso de los meses, se notó una pérdida de tono muscular e incluso movilidad.“El no asistir al centro de día de ASPACE supuso dificultades en las terapias”. Por otro lado, Fermín necesitaba salir de casa. “Los paseos sustituyeron parte de las terapias. Pero no pudo contar con hidroterapias, que le ayudaban a tranquilizarse”.
Sin embargo, Fermín no pudo pasear desde el primer momento. Tuvieron que solicitar un informe para que le permitieran salir a la calle. ASPACE envió un informe evidenciando la necesidad que tenía Fermín, ya que se le podían crear cuadros de ansiedad graves. “Con ese informe, salimos a la calle. Nos resolvió mucho, porque el chico se notaba más normalizado en su funcionamiento”.
A Luis Antonio Gómara le tocó vivir está situación compleja. Sin embargo, no tiene un recuerdo especialmente malo. “Es como todos los sufrimientos superados. Hemos tenido muchos sufrimientos en nuestra vida que nos han hecho fuertes, más estables en nuestra relación. Estamos los 6 muy unidos No siento amargura”.
Por último, asegura que tiene “mucha suerte” con los cuatro hijos que tiene el matrimonio “y con los nietos”. El matrimonio ha estado “siempre con ellos muy entregados” e indica que el amor hacia sus hijos es la energía que tienen en su vida. “¿El mérito? El mérito es que nos queremos mucho”.