Cuando te recetan algo que no se adquiere en la farmacia: "La ilusión ha vuelto a sus ojos"

¿Te imaginas que vas al médico de cabecera y te receta algo que no se adquiere en la farmacia? En Vitoria desde mayo en el ambulatorio del barrio de Zabalgana te pueden recetar centro cívico para hacer frente a problemas de soledad, sedentarismo o ansiedad. Y lo mismo ocurre desde el pasado 1 de marzo en el centro de salud de Salburua.

Es posible gracias a un acuerdo entre Osakidetza y el Ayuntamiento de Vitoria, que es el que gestiona los centros cívicos, esos pequeños polideportivos ubicados en cada barrio de la ciudad y que ofrecen un montón de actividades.

Dicha receta, que Osakidetza prueba de forma piloto en Vitoria para ver si la pone en práctica en otros territorios, es la que le extendió el médico de cabecera a Zahra Ettalhi. Esta mujer marroquí de 47 años, que vive en Vitoria desde hace más de dos décadas, acudió a su médico de cabecera tras una acumulación de problemas que le habían sumido en una depresión.

Costura y yoga como tratamiento social

Se había separado de su marido, con el que tiene 5 hijos, 4 aún a su cargo, y se había quedado sin trabajo. "Estaba muy triste y no tenía relaciones sociales", cuenta en COPE Euskadi su hija Marian.

Cuando Zahra llegó al centro cívico derivada por su médico, con algo de recelo y animada por sus hijos, empezó un curso de costura al que siguió otro de yoga. El balance de Marian no puede ser más positivo: "está muy contenta, ha conocido gente nueva, ahora quiere disfrutar más de las cosas y la ilusión ha vuelto a sus ojos".

Zahra sigue con el "tratamiento social", con distintas actividades.

Esta iniciativa nació de la mano de Garbiñe Mendizabal, coordinadora del centro cívico de Zabalgana, y de Estíbaliz Gómez, médico de familia del ambulatorio de este barrio de Vitoria. Algo se hacía antes en la ciudad en varios centros cívicos en colaboración con los centros de salud, pero no con una receta tan específica ni con una atención tan personalizada como la que ambas pusieron en marcha en mayo.

La novedad es que en el centro cívico se ha creado un "punto de bienestar", en horario de mañana de 10:30 a 1:30 que es cuando hay menos gente. Ahí llega el paciente derivado por el ambulatorio para elegir, junto a un coordinador, la actividad que más se ajusta a sus necesidades.

Mujer de mediana edad con ansiedad

Estíbaliz ha explicado que con un determinado tipo de pacientes que llegaba a la consulta sintió que tenía que recetarles actividades del centro cívico, hay uno o más en cada barrio, así que resulta accesible acudir a alguna de sus actividades.

La sanitaria ha señalado que la primera reacción del paciente al ver la receta es de "sorpresa", algunas veces le sigue algo de resistencia, pero todos van a las actividades. Desde mayo han participado 50 personas a las que se les hace un seguimiento.

Muchos no conocían la existencia del centro cívico de su barrio, nos ha dicho Garbiñe Mendizabal, quien ha detallado que en la receta hay 5 ámbitos de acción y puede que te prescriban más de uno: encuentro, cultura, actividad física, alimentación y bienestar social.

El perfil mayoritario de quienes llegan al centro cívico de Zabalgana derivados por el médico es el de una mujer de mediana edad con ansiedad o depresión, exactamente el caso de Zahra. Pero el espectro es amplio, de hecho, el primer usuario fue "una persona sin piernas que quería apuntarse a todo".

La receta de centro cívico la pueden extender además del médico de familia, el fisioterapeuta, psicólogo o enfermera del ambulatorio. Y abarca actividades muy variadas, desde deportivas hatas talleres de cultura o de gestión de las emociones.