El Papa Francisco destaca la labor de las mujeres y los jóvenes en la Agricultura Familiar

Vitoria acoge la VIII Conferencia Global sobre Agricultura Familiar del 19 al 21 de marzo en el Palacio de Congresos Europa, a la que asisten más de 200 participantes llegados de 55 países de los cinco continentes bajo el lema «Agricultura Familiar: sostenibilidad de nuestro planeta».

La inauguración ha contado con un mensaje del Papa Francisco dirigido a los más de 35 millones de agricultores que están representados en esta cumbre. El obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde, ha sido el elegido por la Santa Sede para dar lectura a un texto que elogia a las familias que se dedican a la agricultura: "son encomiables por la forma solidaria de su trabajo y por el estilo delicado con el que cultivan la tierra".

En este sentido, el Papa ha destacado que estas “son clave para hacer que los sistemas agroalimentarios sean más inclusivos, resilientes y eficientes”. En sus palabras, ha lamentado que “su protagonismo en el progreso de sus pueblos y su considerable aporte en la producción global de alimentos siguen siendo golpeadas por la pobreza y la escasez de oportunidades”.

El legado de los jóvenes

Francisco también ha dado su "aliento" a la juventud porque "la verdadera revolución para el futuro alimentario comienza con la formación de los jóvenes" y al empoderamiento de las mujeres rurales, que "representan una brújula segura para las familias y un sustento firme para el desarrollo de la economía".

Ha añadido además que “el regalo que los jóvenes nos proporcionan consiste en aportar soluciones innovadoras para abordar viejos problemas y en la valentía para no dejarse limitar por un pensamiento miope que se resiste a cambiar”.

Cercanía de la Iglesia

En la lectura del discurso del pontífice Elizalde ha enfatizado que “los pequeños agricultores tienen la cercanía de la Iglesia” y ha reiterado “la llamada a prestar atención a sus necesidades humanas, espirituales y sociales, además de las propiamente técnicas”

En la misiva firmada por el Papa, Elizalde ha subrayado que “la empresa familiar es el lugar al que pertenecen las personas, aquel espacio en el que se sienten comprendidas y valoradas en sí mismas por su dignidad y no únicamente por lo que producen o por los resultados que consiguen”.

En esta misma linea ha destacado “la importancia de fortalecer los vínculos que unen a sus miembros, de respetar sus tradiciones religiosas, depósitos culturales y prácticas agrícolas”.

Mujer rural, "insustituible"

Francisco ha resaltado “el papel insustituible del genio femenino en este contexto” donde "las mujeres rurales representan una brújula segura para sus familias, un punto de apoyo firme para el progreso de la economía, especialmente en los países en desarrollo, donde no sólo son beneficiarias sino verdaderas impulsoras del progreso de las sociedades en las que viven”. Igualmente, el Papa ha dedicado palabras a los jóvenes agricultores.

En sus últimas palabras el Santo Padre ha otorgado su bendición los presentes y los trabajos de estos días "para que, reconociéndose el papel de la familia rural, avancemos en la erradicación del hambre, la reducción de las desigualdades y el cuidado y la salvaguarda de nuestro planeta”.

Tras leer la carta firmada por Francisco, el obispo de Vitoria ha agradecido nuevamente a la organización su invitación y ha deseado que este encuentro tenga muchos frutos por el bien del sector del campo en particular y de toda la sociedad en general, recalcando la cercanía y el apoyo de la Iglesia a las gentes y familias del campo.