La perspectiva de género, clave para prevenir adicciones en adolescentes

"Hay que tener en cuenta la perspectiva de género para hacer programas de prevención en adicciones si queremos que se acerquen más a la realidad de chicos y chicas". Es lo que ha defendido la educadora social y antropóloga, Patricia Martínez, en la jornada que se está desarrollando hoy en Vitoria organizada por la Fundación diocesana JEIKI (antiguo Proyecto Hombre). Analizar las adicciones en la etapa de la adolescencia es el objetivo de este encuentro dirigido a profesionales del sector sociosanitario y que trabajan con chicos y chicas adolescentes.

La necesidad de una mirada de género 

La prevención en adicciones debe evolucionar para adaptarse a las realidades específicas de hombres y mujeres, según ha subrayado la educadora social y antropóloga Patricia Martínez con quien hemos hablado en COPE Euskadi. Martínez ha puesto de manifiesto que los programas actuales, en muchos casos, están diseñados con una perspectiva masculina, lo que limita su efectividad a la hora de abordar las problemáticas específicas de las mujeres.

"La realidad nos muestra que los chicos aparecen muy pronto en juegos y apuestas, mientras que las chicas tienen una mayor sobreexposición a pantallas y redes sociales", ha señalado la experta. Estas diferencias, lejos de ser innatas, son el resultado de procesos de aprendizaje y socialización. "El género es un eje de subordinación, de ahí la importancia de evidenciarlo", ha añadido.

Diferencias en los consumos

Si bien en las primeras etapas de la adolescencia los patrones de consumo de drogas, alcohol y tabaco son similares entre chicos y chicas, con las mujeres incluso presentando tasas ligeramente superiores, la situación evoluciona con la edad. "Cuando las chicas aparecen en programas de prevención por consumo, lo hacen con experiencias de violencia a sus espaldas y eso es grave", ha denunciado Martínez.

Este hecho, según la experta, se debe a que socialmente se ejerce una mayor presión sobre las mujeres, lo que las lleva a ocultar sus consumos y a buscar ayuda más tarde, cuando la situación es más compleja. "A los padres les preocupa que su hija consuma por si le pasa algo, pero con los hijos hay mayor permisividad", ha lamentado.

El papel de las familias y la sociedad

Martínez ha criticado la práctica extendida de dar móviles a los niños desde edades muy tempranas sin establecer límites. "No se ponen límites y eso es preocupante", ha afirmado. Sin embargo, ha defendido la importancia de la educación frente a la prohibición. "A los adolescentes hay que acompañarles y muchas veces no se está dando esa responsabilidad educativa".

La experta ha subrayado que la responsabilidad de prevenir las adicciones no recae únicamente en las familias, sino en toda la sociedad. "Se está accediendo a contenidos y a experiencias a edades muy tempranas y no están preparados", ha advertido.